Capitulo 81.

12.2K 722 87
                                    

Capitulo 81.

-No te compraré nada si estás así. -me crucé de brazos sentándome en la banca fuera de la tienda de helados.- Si no veo una sonrisa no tendrás nada.

Miré a mi prometida, la que ahora me sonreía ligeramente, pero con sus ojos aún algo tristes.
Había pasado una semana desde lo de Isabella, y Lauren estaba mejor, pero le daban unos cinco minutos en los que la recordaba y una tristeza enorme se le venía encima.
Como había pasado hace unos minutos.

-¿Quieres un helado o no? -dije con un tono de regaño, ahora frunciendo el ceño.- Porque aún no veo esa sonrisa.

Ella rió y sonrió como yo quería, acercándose y sentándose sobre mi regazo. Abrazándome por el cuello y besando mi frente.

Lauren: Quiero un helado.

-Bésame primero. -rodeé su cuerpo por la cintura.- Y quiero un buen beso, Lauren, porque si no lo es te tendrás que conformar con un helado que no te gusta.

Lauren: Eres una mala novia.

-Corrección. Prometida.

Lauren: Eres una mala prometida. -rió, acariciando mi mejilla.- Porque deberías comprarme un helado sin colocar condiciones.

-Solo quiero verte sonreír. -besé su mejilla y acaricié su cintura con mi pulgar.- Así que cállate y bésame.

Y luego de soltar una carcajada lo hizo.
Me besó lenta y tiernamente, cortando el beso cuando mi sonrisa se hizo muy grande.

Lauren: Terminé besando tus dientes. -volvió a reír.- Pero te besé, así que quiero mi helado.

Rodé los ojos y nos levantamos de la banca tomadas de la mano, entrando a la heladería, de inmediato buscando un asiento.

-¿De Vainilla, verdad?

Lauren: Sí. -dijo sentándose a la mesa y besando el dorso de mi mano.- Gracias.

Le sonreí y fui a comprar el helado. Solo compré uno para ella, puesto que sabía que no lo tomaría todo y me dejaría bastante.

-Aquí tienes. Con chispas de colores.

Lauren: Me gustan las chispas. -sonrió como niña pequeña.- ¿Tú no quieres?

-Claro. -reí.- Pero luego, ¿si?.

Ella asintió y miró a su alrededor detenidamente, como siempre lo hacía. No sabía la razón, pero le gustaba observar a su alrededor.

-¿Cómo te has sentido?.

Lauren: Bien. -susurró, mirándome fijamente.- Solo.. un poco de dolor, pero no es nada.

-Recuerda que en dos días tenemos que ir al hospital. Tienes quimioterapia. -alcé mi mano y acaricié sus cabellos con cuidado.- El doctor me dijo que esa ya no tardará tanto.

Lauren: ¿Te quedarás conmigo?

-Claro que sí.

Lauren: Pero tienes escuela.

-¿Y?, no voy a dejarte sola.

Lauren: De acuerdo, retiro lo que dije hace unos minutos. -sonrió, dejando su helado a un lado, ya sin querer terminarlo.- Eres la mejor prometida del mundo.

-Si lo sé. -reí, acercando su helado a mi para yo terminarlo.- Espera.. no. Tú eres la mejor prometida del mundo.

Ella rodó los ojos y se me quedó mirando con una sonrisa mientras yo me terminaba su helado.
Media hora después nos encontrábamos subiendo las escaleras de mi casa, con nuestras manos entrelazadas y con una ligera sonrisa en el rostro.

-Al parecer estamos solas.

Le susurré al no escuchar ningún ruido en la casa.
Sabía que estábamos solas solo porque el auto de mi madre no estaba y el de mi padre tampoco.

Lauren: Entonces tengo la oportunidad de hacer lo que llevo días esperando.

-¿Qué cosa?. -sonreí, mirándola ni siquiera por un segundos ya que ella me dio un ligero empujón, acostándome en mi cama.- Ya entendí.

Ella sonrió y se colocó sobre mí, besándome y profundizando de inmediato, sorprendiéndome un poco porque el ritmo que tomó fue tan rápido que tardé algo en seguirle el ritmo.
Coloqué una de mis manos en su nuca y la otra en su brazo, el que comencé a acariciar a lo largo.

Ella desabrochó mis vaqueros y los bajó un poco, solo para acercarse a mi abdomen, levantar un poco mi camisa y lamer mi cadera. Lo hizo de una forma tan delicada que me obligué a gemir.

Ella volvió a besarme, mientras que con una de sus manos levantaba mi pierna y la situara para que rodeara su cuerpo.

-Con.. con cuidado, mi amor. -susurré, mordiendo delicadamente su labio.- No quiero hacerte daño.

Lauren: Sh.. no me estás haciendo daño.

Sonrió quitando mi pierna que la rodeaba para que se le hiciera mas fácil el quitar mis vaqueros.
Yo saqué mi camisa, y sujeté su rostro para volver a besarla, pero no duró demasiado porque ella me levantó un poco para quitar mi sujetador y lamer uno de mis pechos con desenfreno.

Mordí mi labio cuando ella me mordió y me hizo un chupetón.
Luego de jugar unos momentos con mis pechos, ella volvió a subir a mi rostro, y me quedó mirando con una sonrisa.

Lauren: Hola.

-Hola.

Reí y la besé, buscando una de sus manos solo para entrelazarla con la mía por unos cuantos minutos, disfrutando del sabor de sus labios.
Solté su mano para quitar su camisa y comenzar a acariciar su cicatriz con una delicadeza impresionante.

Ella quitó mi ropa interior inferior y abrió mis piernas, ya teniéndome a su completa disposición.
Me miró con una sonrisa mientras acariciaba mis muslos, y mi respiración se cortó al sentir sus dedos acariciar mi centro.

Lauren: Dime si te hago daño.

-Nu.. nunca me has hecho daño.

Lauren: Y no quiero hacerlo.

Susurró besándome la mejilla y entrando fuerte y decidida en mí, lo que me encantó.
Comenzó a besar desde mi cuello hasta la parte baja de mi abdomen, quedándose allí, solo mirando y besando un par de veces el lugar.

No sabía en donde colocar mis manos, por lo que terminé aferrándome a mis muslos, rasguñándome por el intenso placer que estaba sintiendo.
Sus movimientos eran firmes, y me estaba volviendo loca.

Ella sacó sus dedos de dentro de mi y me miró fijamente, para luego lamer a lo largo.
Llevé una de mis manos a mi boca, mordiéndome con fuerza el dorso de la mano, viendo como mi prometida lamía mi centro sin detenerse.

Segundos después, justo cuando estaba a punto de llegar a mi climax ella se alejó y volvió a entrar con tres de sus dedos en mí. Solo dio unas cuantas envestidas, y llegué a mi orgasmo, el que me dejó completamente derrotada sobre mi cama.
Lauren esperó unos segundos antes de sacar sus dedos y abrazarme con cuidado, besando mi cuello un par de veces con ternura.

Lauren: Te amo, Camila.

Susurró mirándome fijamente.
Sus ojos brillaban y había una linda sonrisa plasmada en su rostro, la que me obligó a besarla.

-También te amo, mi amor.

Besé su mejilla y me subí sobre su cuerpo, tratando de no hacerle daño, pero por un descuido mi rodilla rozó su costado, y la hice gritar.

-Perdón.. -cubrí mi boca, queriendo golpearme.- Perdóname, no fue mi intención. Perdón, mi amor..

Lauren: Está bien.. -sonrió y colocó su mano en mi cuello, acercándome a sus labios, mientras que con la otra acariciaba uno de mis pechos.- Bésame.

Eso hice.
La besé como si fuera la última vez. Así debía besarla, porque todo era muy incierto.

Dangerous Addiction. «Camren»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora