Capítulo 5

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Los demás niños que iban en el mismo bote que yo asintieron de acuerdo con mi definición del castillo.  Las luz de las estrellas hacía brillar cada una de las inmensas torres que se alzaban ante nuestro.

Unos botes delante del nuestro, Hagrid se reía de nuestro asombro, no podía culparnos ya que él había pensado exactamente lo mismo cuando llegó por primera vez a Hogwarts.

-¡Bienvenidos a Hogwarts! Esperad a ver el interior, sin duda alguna os sorprenderá de igual forma -exclamó alegremente el guardián de las llaves y terrenos de la escuela.

Nos acercamos a un embarcadero y bajamos de los botes. Luego, procedimos a recorrer unas escaleras que, de no haber estado estupefacto ante la vista del enorme castillo, me habrían parecido eternas. Cuando por fin llegamos, Hagrid levantó su enorme mano derecha y golpeó las puertas tres veces. 

Se abrieron y revelaron a Minerva McGonagall, subdirectora del colegio, se presentó y dijo que ella nos guiaría hasta el Gran Comedor para hacer la prueba de selección. Todos parecían nerviosos, incluso yo, que ya sabía en qué consistía la prueba, aún lo estaba. 

Sucedió la misma escena que en la obra original con los fantasmas y con Draco y Harry discutiendo, era extraño vivirlo en carne propia. Luego McGonagall regresó y nos condujo hasta el Gran Comedor.

Era una sala realmente fuera de lo común, parecía como si encima nuestro no hubiera un techo, si no el cielo estrellado, además del incontable número de candelas flotando, pareciendo las mismas estrellas, fue una escena que transmitía cierta calma y tranquilidad y que me distrajo de todas las miradas que apuntaban a los de nuestro grupo. La selección tardo poco en empezar, mi apellido era Doyle, la D es una de las primeras letras del alfabeto, así que también fui de los primeros.

-¡Liam Doyle! -exclamó McGonagall.

Avancé tomando un par de respiraciones, sentí como todos los ojos del salón caían encima de mí. La profesora me puso el sombrero en la cabeza.

De repente, escuché como si alguien se acabara de quedar sin aliento.

-Dios mío, estos recuerdos... Tan joven y ya has descubierto la verdad de este mundo -habló el viejo sombrero seleccionador -. Y tal talento y ganas de aprender, ¿Quién demonios eres en realidad?

Mis ojos se abrieron más de lo normal, parecía que mis defensas mentales no servían de nada en contra de este sombrero, al menos parecía que Dios se había encargado de mantener mis recuerdos de la otra vida a salvo.

-Soy solo un chico con suerte -le contesté mentalmente, sabiendo que no necesitaba hablar en voz alta.

El Sombrero Seleccionador soltó una pequeña carcajada. 

-Eres interesante, chico -se rio -. Sin duda alguna debes ser..... ¡RAVENCLAW!

La última parte la dijo en voz alta, me levanté y le entregué el sombrero a la profesora. Mis ropas se modificaron mágicamente para tener el escudo con el cuervo en ellas y me dirigí a la mesa de mi nueva casa.

Diversas personas me estrecharon la mano y se presentaron, les devolví el saludo y procedí a ver lo que quedaba de selección, nada cambió respecto a la historia original, Malfoy fue enviado a Slytherin sin que el sombrero si quiera tocara su cabeza, Ron fue igual pero con Gryffindor, Harry y Hermione estuvieron un poco más de tiempo sentados, especialmente Harry, pero al final ambos fueron a Gryffindor.

Albus Dumbledore se había puesto de pie. Miraba con expresión radiante alos alumnos, con los brazos muy abiertos, como si nada pudiera gustarle másque verlos allí.

-¡Bienvenidos! -dijo-. ¡Bienvenidos a un año nuevo en Hogwarts! Antesde comenzar nuestro banquete, quiero deciros unas pocas palabras. Y aquíestán, ¡Papanatas! ¡Llorones! ¡Baratijas! ¡Pellizco!... ¡Muchas gracias! 

Sin duda alguna detrás de esas palabras había algún significado que en ese momento no entendía. por curiosidad, intenté ver con mi ojo mágico a Dumbledore.

-¿Qué significa esto? -me pregunté mentalmente -. No puedo ver ningún rastro de magia en él...

Intenté llevar más magia a mis ojos y de repente noté como si todo el mundo se me hubiera caído encima, tosí y cuando miré mi mano, había un leve rastro de sangre. Mi cara palideció cuando volví a mirar a Dumbledore, él me estaba mirando y parecía sorprendido, evité sus ojos a posta con tal de que no pudiera intentar usar la legirimancia en mí.

-Tal cantidad de magia... -murmuré tan bajo que nadie más pudo escuchar -. Entiendo por qué se le considera el mago más grande de todo el mundo, si no me equivoco tiene más magia que todo el castillo.

No era solo el hecho de la cantidad, era capaz de ocultar una cantidad tan aterradora sin que se le escapara nada, solo pude captarlo debido a mi entrenamiento de cinco horas en el control de magia y gracias a mi talento. Se debe entender que cuanta más magia tiene alguien, más difícil es ocultarla, debido a que hay más cantidad para controlar.

Definitivamente no podía subestimar a Dumbledore, si tenía esta cantidad de magia entonces probablemente conocía el secreto para conseguir magia sin la necesidad de rituales, sería de mucha ayuda si lograra hacer que me entrenase.

Comí toda cantidad de manjares, la mejor comida que había probado en mis dos vidas, sumido en mis pensamientos.

-El Dumbledore de este mundo es mucho más poderoso que el de los libros... -concluí -. Si no fuera así querría decir que se estaba conteniendo y eso no tendría sentido.

Al final terminé de comer los postres, sentí como me dolía la barriga de tanto comer y el profesor Dumbledorese puso nuevamente de pie. Todo el salón permaneció en silencio. 

-Ejem... sólo unas pocas palabras más, ahora que todos hemos comido ybebido. Tengo unos pocos anuncios que haceros para el comienzo del año. Los de primer año debéis tener en cuenta que los bosques del área delcastillo están prohibidos para todos los alumnos. Y unos pocos de nuestrosantiguos alumnos también deberán recordarlo.Los ojos relucientes de Dumbledore apuntaron en dirección a los gemelosWeasley. -El señor Filch, el celador, me ha pedido que os recuerde que no debéis hacer magia en los recreos ni en los pasillos.

-Las pruebas de quidditch tendrán lugar en la segunda semana del curso.Los que estén interesados en jugar para los equipos de sus casas, debenponerse en contacto con la señora Hooch. 

-Y por último, quiero deciros que este año el pasillo del tercer piso, dellado derecho, está fuera de los límites permitidos para todos los que no deseenuna muerte muy dolorosa.

Algunos se rieron, yo no lo hice, tenía muy claro lo que había en el tercer piso. Había decidido que no ayudaría al trío dorado a solucionar los problemas, tenían que madurar rápido debido a lo que les esperaba, sin embargo debería ayudarlos en algunos aspectos con tal de ganarme el favor de Dumbledore, sin embargo tendría que hacerlo sin que sospechara sobre que tenía algún conocimiento acerca de todo.

Me sobé la cabeza, todo esto era realmente problemático y sentía cuán cansado iba a ser el curso. Decidiendo que necesitaba descansar y que tenía tiempo para planear todo, seguí al prefecto de Ravenclaw junto con un gran grupo de la misma casa hasta la sala común, ubicada cerca de la torre de astronomía.

Solté un bostezo, entre todo lo que había comido y lo cansado que estaba en general, ciertamente necesitaba unas horas de sueño, al día siguiente comenzaría con las clases, ¡no podía esperar!


Fin del capítulo.

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Sé que ha sido un poco corto, pero es un capítulo de transición, así que alargarlo más habría sido forzado, espero que lo hayáis disfrutado :D


Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora