Capítulo 51

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-¿Estás lista? -le preguntó Liam en tono irónico a Fleur.

La chica acabó de meter su armario en la mochila... su armario literal. Liam se cuestionó por un segundo la salud mental de su acompañante, pero al final lo descartó como excentricidades suyas.

-¡Ya podemos irnos! -exclamó alegremente ella mientras se colocaba la mochila en la espalda -. Entonces, ¿a dónde vamos?

-Nuestro primer destino es el este de Europa -respondió Liam empezando a caminar -. Me ha llegado información de que aún quedan algunos Mortífagos por allí y pretendo entregarlos a Azkaban.

Fleur asintió, intentando mantenerse a la misma velocidad de Liam. Aunque solo estaba caminando, se movía casi tan rápido como un coche y a la chica le costaba seguirlo, aunque eso solo era un recordatorio de lo mucho que necesitaba cultivarse.

Después de que Voldemort fue derrotado y los Mortífagos más leales apresados, la Órden del Fénix se encargó de rastrear a los que habían huido al finalizar la anterior guerra. Sabían que ningún Mortífago se arrepentía seriamente de sus actos, así que volverían a hacer lo mismo si alguna vez surgiera alguien igual a Voldemort.

Liam había decidido encargarse de apresar a los que encontrara durante su viaje por el mundo y mandarlos a Azkaban.

Además de eso, tenía cierto interés en ver otras escuelas de magia y conocer a los mejores cultivadores de cada parte del mundo y ver en qué nivel estaban. La duración del viaje probablemente sería de un par o tres de años si todo salía según lo planeado.

Los desplazamientos de un lado a otro serían más largos de lo que deberían ser, teniendo en cuenta que Fleur no podía moverse a la misma velocidad que él, pero a Liam no le importaba y tampoco tenía prisa.

La chica tenía que correr para seguirle el ritmo, sin embargo, lo bueno de ser un cultivador era que la resistencia también se incrementaba mucho, así que no se detuvieron hasta que cayó la noche.

-¡Ah! No lo había pensado hasta ahora, pero... -Fleur pareció avergonzada -. ¿Dónde dormiremos? No creo que haya ningún hotel por aquí cerca...

Se encontraban relativamente cerca de Norwich, en el sureste del Reino Unido, no obstante tendrían que correr durante una hora más para llegar hasta allí y ella estaba bastante cansada.

-No te preocupes -le contestó Liam levantando una mano -. He traído una tienda de campaña.

Efectivamente, un segundo después sacó de su propia mochila una y la montaron en dos minutos.

Por fuera parecería que dentro no cabían más de dos personas, pero en realidad tenía un hechizo de expansión que la hacía parecer más una casa que no una tienda de campaña. Liam sacó también dos camas de su mochila.

-Me despertaré temprano para entrenar -Liam se giró para mirar a Fleur -. Dije que no te entrenaría, pero si quieres ver mi rutina de práctica no te lo voy a impedir. Ahora descansa, mañana me gustaría cruzar hasta la Europa Continental.

Fleur le sonrió alegremente.

-Bien, entonces despiertame cuando tú te levantes -le pidió, recibiendo un asentimiento del chico.

Ambos se fueron a dormir no mucho después... bueno, en realidad Liam se quedó toda la noche despierto cultivando.

Al día siguiente, no hubo ningún imprevisto y reanudaron su marcha después de un poco de entrenamiento.

-Por cierto, ¿cruzaremos en barco? -preguntó Fleur mirando el mar -. ¿O tienes escobas?

Liam la miró con una ceja levantada antes de acercarse a ella y agarrarla como un saco de patatas.

Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora