Liam sintió una perturbación en la magia del Reino Inmortal y supo que Shen estaba a punto de finalizar su descenso. Se movió mientras pensaba en cómo retrasar a los Cielos mismos.
Se dirigió hacia una cierta montaña y levantó dos dedos. Su magia viajó entre los dos mundos, estableciendo una conexión con las leyes del Reino Inmortal.
—Los seres Trascendentes no tienen permitido entrar —declaró, vertiendo una cantidad absurda de magia.
Él mismo sabía que, incluso con tanta magia, su ley no retrasaría demasiado a Shen. Según su predicción, tendría media hora o incluso menos antes de que se rompiera. Es por esto que no perdió el tiempo.
Zhaoxang apareció en su visión y, con el pueblo, la montaña a un lado. Esta era la Montaña que Pisotea los Cielos y Liam había decidido apostar por ella con tal de lograr su verdadera Trascendencia.
Con un único paso sobrepasó su anterior marca y continuó escalando. Ambos mundos empezaron a temblar debido a los esfuerzos de Shen para romper el hechizo de Liam y aparecieron innumerables catástrofes naturales.
Liam observó esto, preocupado por los muggles y magos normales. Se le marcaron las venas de la cabeza cuando conjuró aún más magia, creando una barrera entre el Universo y el Reino Inmortal. Los desastres se detuvieron, pero estaba claro que todas las criaturas no-mágicas, a partir de ese día, conocerían la existencia del lado sobrenatural del mundo.
El Medio-Dios siguió escalando, incluso con su magia estando vacía en su mayor parte debido a las dos declaraciones y su batalla con Tengen.
—¿Por qué te opones a mí? —una voz surgió en la mente de Liam, sobresaltándolo.
—Mierda, ya ha roto la ley hasta ese punto —se dijo mentalmente —. He subestimado su fuerza, no tengo más de cinco minutos.
Shen ya estaba en una parte avanzada de su descenso antes de que Liam estableciera su regla, así que pudo ejercer parte de su Autoridad, usando el concepto del caos y acelerando en gran medida su aparición.
Liam se apresuró a escalar, aunque empezó a sentir la presión ejercida por la montaña. La barrera entre ambos mundos tembló y se empezó a resquebrajar. Los humanos, tanto magos y cultivadores como muggles, miraron al cielo con incredulidad.
Una grieta apareció en todo el Universo, como si la realidad misma se estuviera desmoronando y, al otro lado, se podía apreciar el Reino Inmortal en todo su esplendor. Liam no miró y continuó su camino, sintiendo como si su cuerpo fuera aplastado poco a poco.
Cruzó la marca de los nueve mil quinientos escalones y casi perdió la consciencia. Era la recta final, así que decidió hacer un último movimiento.
Vació por completo su magia, solo dejando lo suficiente como para mantenerse despierto, e hizo su ley.
—Liam Doyle puede soportar cualquier tipo de presión —conjuró con su Autoridad.
La pared invisible que lo había estado aplastando, casi dejándolo inconsciente, desapareció como por arte de magia y se apresuró a intentar llegar al final.
En ese momento, sin embargo, se escuchó el ruido de vidrios quebrarse y Liam supo que tanto la barrera entre ambos mundos como su ley habían desaparecido. El Universo y el Reino Inmortal colisionaron y la magia del segundo inundó todo.
Todos los cultivadores del Reino Ancestro que habitaban el Reino Inmortal enmudecieron. Incluso el aura de uno podría desestabilizar el Universo, pero anteriormente Liam había cambiado las leyes mundiales para resistir su batalla contra Tengen, así que no desapareció de inmediato.
Las criaturas no-mágicas sintieron que una energía los inundó, volviéndolos magos, y los que ya tenían magia adquirieron un poder similar al de un cultivador en las etapas iniciales.
En ese momento tuvieron lugar dos eventos más. El cielo se abrió y apareció la figura de un hombre.
'Él' vestía una capa negra de clero y llevaba una cruz plateada como colgante. Tenía el pelo negro, pero la raíz era de un color azul celeste. 'Sus' ojos eran claros como el mismo cielo y su piel increíblemente blanca, casi como si fuera a dañarse en su primer contacto con el sol. Tenía las facciones marcadas y las cuencas de los ojos profundas.
Miró el mundo como si fuera un inspector en el trabajo y su visión se posó en la cima de una montaña en concreto.
Justamente, el segundo evento fue que Liam alcanzó el último escalón. Sudaba a mares y su apariencia, normalmente angelical, estaba deshecha.
En el momento exacto en que llegó al final de la montaña, una luz llenó su visión. Se encontró en un espacio blanco infinito, sin nada a la vista.
Pronto, el mundo cambió a un espacio turbulento lleno de nubes de todos los colores conocidos y no conocidos. Al final del mundo de nubes, Liam pudo distinguir lo que parecía un palacio.
Flotó suavemente, habiendo perdido por completo el concepto del tiempo, y pudo distinguir mejor el lugar.
Consistía en un majestuoso palacio antiguo con una gran cúpula sostenida por imponentes pilares de piedra. Liam sintió una extraña conexión con este sitio y no tardó en darse cuenta de que representaba, de alguna forma, la Autoridad del Control.
Instintivamente, entendió que necesitaría acomodar la Autoridad para lograr la Trascendencia completa. Entonces, empezó a profundizar su conexión.
Liam no sabría decir cuánto tiempo pasó en el castillo antiguo, paró de contar a los trescientos años, y estaba preocupado por lo que habría pasado en ese tiempo afuera.
Llego eventualmente el día en que logró acomodar por completo la Autoridad. Liam emanó una luz santa y pura, su cabello azotándose a su alrededor. La luz emitió el mismo tono que sus ojos y pelo. Tan pronto como apareció, un temblor lo recorrió, y el poder de su cuerpo carnal se abrió paso a un nivel superior, a un nivel que podría sacudir el Cielo y la Tierra. Y eso fue... ¡Trascendencia!
Las alas desaparecieron sin dejar rastro. En el momento en que completó esta etapa, fue como si hubiera abierto la puerta a un nivel completamente distinto, dándole a entender lo lejos que estaba en realidad antes.
Su 'Ser' mismo se convirtió en la manifestación del control. Esto no fue como en su anterior batalla, cuando adquirió el poder de Dios Todopoderoso, porque solo había tomado eso, su poder. En ese momento, tanto su alma, cuerpo y existencia misma alcanzaron el nivel de perfección.
Extrañamente, el palacio tembló de felicidad por haber encontrado un maestro digno. Liam abandonó el mundo de nubes y volvió a la realidad.
Cuando acomodó la Autoridad, entendió que el tiempo pasaba dentro, pero no fuera. Fue difícil de entender, pero, incluso si él tenía más de trescientos años en ese momento, el mundo en el exterior seguía tal y como lo había dejado.
Los mortales, tanto cultivadores como magos, quedaron en silencio cuando vieron a los dos Trascendentes mirarse. Todo desapareció excepto 'Ellos', los podían ver claramente incluso desde galaxias a la distancia.
Entonces, como si fuera un instinto proveniente de lo más profundo de sus almas, todos se arrodillaron ante ambos.
Fin del capítulo.
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Este es el penúltimo capítulo, seguramente, aunque quizás haga luego un epílogo. Espero que os haya gustado la historia en general, ya estoy planeando la próxima (aunque es muy probable que la publique en inglés para practicar).
Bueno, eso es todo y hasta la semana que viene ^^
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Pisotear los Cielos
FanfictionActualizaciones todos los sábados, en caso de haber alguna modificación puntual en el horario avisaré antes.