Ya era Navidad y a Liam se le presentó un nuevo problema. Para poder matar al basilisco necesitaría que Voldemort lo liberara, sin embargo, debido a que le arrebató el diario a Ginny , Tom no la podría poseer. El joven Ravenclaw se preguntó por un momento si había hecho lo correcto, pero pronto se dio cuenta de que era mejor no arriesgarse.
En este punto Liam pudo darse cuenta perfectamente de que aquí no existía la suerte que Harry y sus amigos tenían en los libros y películas. Estaba seguro de que, si no hubiera actuado ese día en el que Harry se encontró con Quirrell en el Bosque Prohibido, ahora mismo el joven Potter no estaría hablando tan tranquilamente con sus dos amigos en la mesa de Gryffindor. Además no tenía tiempo para lamentarse sobre lo que podría haber hecho, estaba demasiado ocupado con tener que pensar en cómo continuar con su plan.
¿Quizás Voldemort era capaz de manifestarse incluso si no poseía a nadie? Era posible, aunque seguramente estaría en un estado de total vulnerabilidad. De todas formas, Riddle parecía que cada vez se acercaba más a él e incluso empezó a sentir como si los intentos de sutil control mental empezaran a decrecer en cantidad.
Debido a que estaba de acuerdo con sus ideas, ¿por qué necesitaría controlarme? Esto era a donde Liam quería llegar. Parecía que no estaba muy lejos de lograrlo.
Sin embargo, sabía donde se estaba metiendo. Si estaba en lo cierto respecto al poder del basilisco, necesitaría un golpe de suerte para ganar y, de lo contrario, era posible que muriera. Sin embargo era algo necesario para su crecimiento. Ya había muerto una vez, la muerte era un concepto cercano a él en ese momento, ya no estaba preocupado en sobrevivir a toda costa, ahora enfocaba su vida a intentar ayudar a este mundo. Dumbledore no lo podía ayudar en este caso, era algo que debía hacer él mismo.
Ahora que había resuelto todas sus dudas, decidió dar el siguiente paso. Abrió el Diario de Tom Riddle y sacó una pluma.
-Tom, ya no lo soporto más. El como actúan esos sangre sucia, como si la magia fuera suya, es inaceptable, ¿conoces alguna forma para hacer algo contra ellos?
Riddle tardó poco en responder.
-Hay una forma, sin embargo debes confiar en mí para ello.
Liam se preguntó qué había pensado el mago oscuro, pero la respuesta llegó rápido.
-Me dijiste que Harry Potter está en tu curso, cierto?
-Por favor, no me lo recuerdes, es tan malo como los sangre sucia... -escribió Liam, dejar claro un disgusto por aquel que lo derrotó seguramente haría que Voldy confiara más en él.
-Me lo imagino... Sin embargo para esto necesito que le entregues este diario. Hay algo que debo enseñarle y gracias a ello podremos jugar con él a nuestro favor.
El Ravenclaw entendió a dónde se dirigía con esto.
-¿Estás seguro, Tom? No creo que sea una buena idea, pero como es tu plan, entonces te haré caso.
-Sé que puedo confiar en ti, Liam, al fin y al cabo tú y yo somos iguales...
Más tarde, Liam cerró el Diario y sonrió. Tenía suerte de que, al ser solo una parte del alma de Tom Riddle, no era tan inteligente como cuando estaba completo. Se estiró en su cama pensando en su próxima batalla y, más que tener miedo... estaba ansioso por pelear! Era gracioso pensar en que durante su anterior vida, nunca se peleó con nadie, sin embargo en esta se había vuelto algo cercano a un adicto a las batallas.
Al día siguiente, sin que nadie lo notara se dirigió a los baños de Myrtle la Llorona con el Diario en su mano. Allí encontró a la chica fantasma, sin embargo no al trío dorado, debido a que justo ayer habían terminado la poción multijugos, por lo que solo les faltaba encontrar el día adecuado para colarse en la sala común de Slytherin.
-Buenos días -saludó con una sonrisa al fantasma, que lo miró con sorpresa.
-¿Qué haces aquí? Este es un baño de chicas, no deberías estar aquí -dijo con una voz ligeramente chillona.
-No te preocupes, solo he venido a pedirte un par de cosas y luego me iré -comentó con calma.
La chica lo miró, curiosa.
-Me gustaría que le entregaras a Harry Potter este cuaderno la próxima vez que lo veas -dijo, mientras colocaba el libro encima de uno de los lavabos -. Si puede ser, dáselo y que no lo vean sus amigos.
-¿Y por qué debería hacerlo? -preguntó el fantasma encogiéndose de hombros.
-Solo te pido que le digas que está allá, me harías un gran favor -le respondió -. Además también me gustaría que me hablaras sobre cómo moriste.
Myrtle pareció dar un cambio de ciento ochenta grados. Ahora lo miró alegremente y procedió a contarle el como cuando estaba en los lavabos escuchó un ruido y, después de ver unos ojos grandes, se murió.
-Muchas gracias Myrtle, ya nos veremos de nuevo -se despidió.
Luego volvió a la sala común de Ravenclaw y se puso a leer un libro para relajarse, ahora todo dependía de Harry y Tom.
Fin del capítulo
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Es un capítulo patético, sí lo sé, pero en el siguiente por fin vendrá lo bueno y no quería empezarlo todo en este capítulo y luego dejaros a medias.
Además estoy agotado, hoy he tenido pasaje de grado en una arte marcial que practico y he estado practicando casi 5h para luego hacer la prueba, así que sí, me voy a dormir. Hasta la semana que viene ^^
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Pisotear los Cielos
FanfictionActualizaciones todos los sábados, en caso de haber alguna modificación puntual en el horario avisaré antes.