Capítulo 7

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Con todo el Gran Comedor gritando, Dumbledore tuvo que hacer salir fuegos artificiales de su varita para calmar a los estudiantes

-Prefectos -exclamó-, conducid a vuestros grupos a los dormitorios, deinmediato.

Los prefectos empezaron a organizar a los estudiantes de sus respectivas casas y los guiaron en dirección a sus salas comunes.

-Esto no es como la historia original -pensé -, debería ir con Harry y Ron para ayudarlos.

Con este pensamiento en mente, conjuré el hechizo de invisibilidad. No era exactamente el Encantamiento Desilusionador, porque funcionaba diferente. El hechizo que yo usaba consistía en mover la magia de mi alrededor con tal de que la luz me rodeara, haciéndome efectivamente invisible, en cambio el Encantamiento Desilusionador funcionaba de tal forma que el cuerpo del conjurador cambiaría de color para adaptarse al fondo que tenía detrás.

Me apresuré a seguir al par de amigos y no tardé mucho en encontrarlos. La varita de Harry sobresalía por la nariz del troll, sin embargo, a diferencia de la historia original, Ron yacía a un lado y parecía inconsciente. Con una rápida aplicación de mi Ojo Mágico, pude determinar que tenía roto el hombro, probablemente debido a un golpe que le había dado el troll. La bestia sostenía a Harry por un pie y estaba a punto de golpearlo con su garrote. 

-Wingardium Leviosa -murmuré mentalmente.

El encantamiento hizo levitar el arma y el troll pareció confundido. Sabiendo que este troll debía ser mucho más fuerte que el de la historia original, hice balancear con toda la fuerza que pude el mazo, que golpeó al monstruo en la cara y, como si lo hubieran bateado, salió disparado contra la pared, creando algunas grietas, estaba inconsciente incluso antes de tocarla.

Noté que Harry y Hermione se habían desmayado, quizás por el miedo a morir. No importaba, había tenido suerte de que nadie me viera. Escuché pasos, probablemente los profesores. Unmomento después, la profesora McGonagall entraba apresuradamente en lahabitación, seguida por Snape y Quirrell, que cerraban la marcha. Quirrelldirigió una mirada al monstruo, se le escapó un gemido y se dejó caer en uninodoro, apretándose el pecho.

Snape miró al troll y luego echó un vistazo al trío inconsciente. La Profesora McGonagall, con cara de estar más enfadada que nunca, murmuró algunas palabras, despertando a los tres.

-¿En qué estabais pensando, por todos los cielos? -dijo la profesoraMcGonagall, con una furia helada -. Tenéis suerte de que no os haya matado. ¿Por qué no estabaisen los dormitorios? 

Escondido en una esquina, observé como la furiosa profesora despotricaba contra el trío. Snape no parecía tan interesado en ellos, en cambio, se acercó al troll y empezó a revisarlo, luego miró la pared llena de grietas.

-McGonagall -empezó el profesor de pociones con tono cauteloso -, un grupo de estudiantes de primero no deberían haber sido capaces de derrotar a un troll. Además, por lo que parece, este ha sido golpeado con una fuerza aterradora.

Minerva observó a la gran masa de carne verde y entrecerró los ojos, luego se giró para mirar directamente a la cara de los estudiantes.

-¿Fuisteis vosotros quienes derrotasteis al troll? -preguntó con voz estricta.

Harry, que había sido el último en desmayarse, pareció darse cuenta de la situación.

-No, profesora, de echo cuando me desmayé juraría que estaba a punto de recibir un golpe -respondió el chico con gafas.

Snape, Quirrell y McGonagall se tensaron visiblemente. Sabiendo que debía marcharme cuanto antes mejor, me escabullí por detrás de todos. Si hubiera tardado un segundo más, podría haber escuchado a Snape murmurando 'Homenum Revelio', el encantamiento hecho para detectar presencias.

Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora