Capítulo 25

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En una parte apartada de China, escondida en quién sabe dónde, había una montaña de un verde impactante. En la cima, los cerezos en flor bailaban con el viento, hecho extraño pues el invierno estaba en pleno apogeo y no deberían haber florecido aún.

El viento se concentraba en un único punto, el centro de la montaña. Más concretamente, sobre un joven de rasgos asiáticos y sin ninguna impureza en el rostro. El chico estaba sentado en posición de meditar, con los ojos cerrados y sin mover ni siquiera un músculo. La escena creaba un paisaje armonioso en el que el hombre y la naturaleza se juntaban en uno solo.

Entonces, el viento se dispersó y el joven abrió los ojos, procediendo a mirar en una dirección aparentemente aleatoria.

-Yung Xi murió... -dijo, su voz en un tono completamente plano -. Es extraño, he perdido el rastro de la persona que estaba luchando con él, ¿estará muerto también?

Sin embargo llegó a la conclusión de que no podía ser así, la magia de alguien cuando muere desaparece en un proceso lento, fusionándose de nuevo con el mundo, pero parecía que desapareció al instante. Luego, concluyó que quien quiera que fuera el que mató a Yung Xi, tendría un control bastante impresionante sobre su magia.

-Supongo que le habrá hablado de mí antes de morir -se dijo a sí mismo -. Sí, eso es algo que Yung Xi haría. Supongo que tarde o temprano esta misteriosa persona vendrá a buscarme, lo esperaré con ansias...

A varios miles de quilómetros de distancia, Liam se apoyó contra el suelo, agotado por su reciente pelea. Escuchó a alguien gritar a la distancia, así que se dirigió hacia allí. Vio, entonces, a una mujer que estaba temblando mientras miraba los edificios destruidos y los cráteres en el suelo. El joven cultivador se acercó.

-¿Estás bien? -preguntó, aunque estaba demasiado cansado como para intentar calmarla debidamente -. No te preocupes, ya estás a salvo.

La mujer lo miró, aunque antes soltó un grito debido al susto. Sus ojos se abrieron, horrorizados.

-¿Qué eres? ¿Qué demonios? ¿Qué ha pasado? -preguntó, en pánico.

-No se preocupe por eso, por ahora descanse, lo va a necesitar -le indicó, apuntándole con un dedo.

La puso a dormir y luego le empezó a borrar los recuerdos sobre todo lo que sucedió ese día. Luego la dejó en la hierva, al menos no le dolería tanto la espalda como si durmiera en cemento. Finalmente, reparó con la poca magia que le quedaba las estructuras que se habían destruido durante su batalla y quitó las barreras.

Se movió rápidamente al bosque y se subió a un árbol, quedando profundamente dormido debido al cansancio.

No se despertó hasta dos días después, con toda la energia completamente renovada. Se sentía de hecho mejor que antes, más fuerte, supuso que era parte del talento de meruem el mejorar en cada batalla.

-Yung Xi dijo que alguien lo derrotó al instante, esa debería ser la próxima persona a la que me enfrente, me pregunto como será -habló con él mismo -. Aunque debería prepararme seriamente, no usé a Ama no Sakahoko en la pelea, pero si alguien es capaz de derrotar a Yung Xi tan fácilmente, no creo que sea su rival en estos instantes.

Liam lo sabía, ser arrogante era la forma más sencilla de hacer que te mataran. Creer en uno mismo está bien, pero hacerlo demasiado lleva a un estado de conformidad en el que se deja de intentar mejorar. Eso no le pasaría a él, tenía demasiadas ansias de mejorar como para ser arrogante.

Al final, esta era una segunda oportunidad de vivir, ya había muerto una vez y quería aprovechar esta segunda para aprender tanto como pudiera, llegar a su límite tanto en conocimiento como en fuerza, ese era su objetivo.

Con esto en mente, volvió a cultivar. Sorprendentemente, la velocidad con la que absorbía la magia se incrementó drásticamente, incluso parecía que el viento se movía ligeramente hacia él, creando algunas rotaciones en la nubes que pasaban por el cielo.

Sin siquiera darse cuenta, el tiempo pasó a su alrededor, para él, simplemente cerró los ojos un momento para contemplar la sensación de la magia entrando a su cuerpo, parecía mucho más cercana que antes, como si él mismo se fundiera con la corriente de energía invisible.

Cuando volvió a abrir los ojos, no tenía forma de saber que había estado un mes completo cultivando. Había experimentado la llamada iluminación y logró alcanzar un nuevo Reino Menor. En su Espacio Interior, la niebla dentro del Núcleo se empezó a condensar, conviertiéndose en líquida. ¡Había alcanzado el estado de Núcleo Líquido!

Ciertamente se fortaleció, pero aún no creía que fuera capaz de ganarle al misterioso cultivador, el conocido como Jin Ming, si tuviera que colocarse en un nivel actualmente probablemente sería Cuasi-Separación. Era probable que con un poco de suerte y gracias a sus nombrosas técnicas fuera capaz de ganarle a alguien que acabara de llegar a la Separación del Espíritu, sin embargo para alguien que estuviera ya asentado en el Reino, no tendría posibilidades. 

Algunos podrían decir que el basilisco estaba en la Separación del Espíritu, no era lo mismo. Las bestias luchan solo guiándose por sus instintos, los cultivadores humanos siempre tendrán estrategias y una gran cantidad de técnicas para usar, es por esto que, en el mismo nivel, las bestias no podrían hacer nada contra los humanos.

Teniendo esto en cuenta, decidió que necesitaba encontrar alguna forma de mejorar rápido, y la opción número uno era bastante clara, necesitaba encontrar a cultivadores y luchar contra ellos, esto lo impulsaría a un nuevo nivel y, luego, finalmente podría alcanzar la Separación del Espíritu.

Hay que decir que, de todos los Reinos, la Separación del Espíritu era probablemente el más importante. Consiste en tres separaciones, en cada una cortas "algo", depende de lo que sea, se decidirá el aumento de poder en cada fase. Sin embargo, también era extremadamente peligroso, pues si cortabas algo que resultaba no ser algo a lo que estabas destinado, el cultivador en el mejor de los casos perdería toda su magia y sería incapaz de volver a usarla, por supuesto en el peor solo le aguardaba la muerte.

Entonces para saber qué debías separar, requería la iluminación. En cada Reino había una iluminación requerida y, en este caso, esta era. Los beneficios, sin embargo, eran enormes. Una vez llegas a la Separación del Espíritu, se es capaz de volar, además de que la esperanza de vida se incrementa drásticamente, hasta alcanzar los trescientos años.

Habiendo terminado su monólogo interior, Liam se puso en marcha para encontrar a cultivadores y derrotarlos.


Fin del capítulo

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Bueno, capítulo corto, pero es de transición después de la batalla, estoy agotado y si quiero continuar tendría que hacerlo de tres mil palabras, no doy para tanto. De hecho, tengo sueño así que me iré a dormir, buenas noches gente espero que os haya gustado ^^

xD

Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora