Capítulo 6

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-Allí, mira. 

-¿Dónde? 

-Al lado del chico alto y pelirrojo. 

-¿El de gafas? 

-¿Has visto su cara? 

-¿Has visto su cicatriz?

Observé des de una cierta distancia el como Harry recibía miradas por parte de todos los estudiantes. El pobre chico parecía realmente tímido, todo lo contrario al pelirrojo que estaba a su lado, Ron parecía disfrutar de la atención aunque no estuviera dirigida a él. Solté una pequeña risita, esos dos realmente se compenetraban, muchas veces, los mejores amigos eran aquellos que se diferenciaban más, después de todo.

En una hora empezaba mi primera clase, y la asignatura sería encantamientos.

-Parece que voy a ver a mi jefe de casa pronto -dije a nadie en particular -. Me pregunto si es realmente tan bajito como se menciona en los libros.

Empecé a dirigirme al aula, si bien aún quedaba bastante para empezar, ¡por el camino podría pasarme cualquier cosa! Podría perderme por las escaleras, encontrarme con Peeves, o incluso toparme con alguien que necesitara ayuda, nunca se es demasiado precavido...

-Soy alguien tan sabio... -dije riéndome alegremente.

Algunos alumnos que pasaron por mi lado me miraron de forma extraña. Si hubiera sido mi anterior vida, quizás me hubiera sentido avergonzado, pero ya que había reencarnado, disfrutaría de esta nueva oportunidad sin tonterías como la vergüenza o cosas así. Por supuesto sin nada que pueda traerme problemas, quiero ser feliz, pero no soy tonto.

Al final no hubo ningún imprevisto en el camino (pero podría haberlo habido), así que llegué tres cuartos de hora por adelantado, entré a la clase y estaba vacía. El aula consistía en tres filas de escritorios, todos frente a la mesa del profesor, detrás de la cual se encontraba una gran silla tapizada con respaldo alto. Dos pizarras flanqueaban la mesa del profesor, y detrás de estas estaba una pequeña repisa con libros y otros objetos, bajo un par de ventanas.

-Parece que tengo algo de tiempo libre -murmuré, cogiendo el Libro Reglamentario de Hechizos para Primer Año.

Lo abrí y empecé a leer acerca del Encantamiento Levitatorio. Que hechizo tan desperdiciado, aunque según el libro era imposible de usar en combate debido a que requería implementar tu magia en el objeto deseado y eso requería mucha concentración, practicando el control de tu magia llegaría un momento en el que lo podrías usar para levantar, por ejemplo, el suelo con el fin de desequilibrar a tu adversario. Bueno, era solo una suposición, pero probablemente no me equivocara. 

De hecho, en la saga original se desperdician una gran cantidad de hechizos y maldiciones, todo era cuestión de originalidad, sin embargo los combates se basaban en Maldiciones Asesinas y Encantamientos Desarmadores, una verdadera lástima pues los combates podrían haber sido más divertidos si hubieran tenido más variedad.

En ese momento escuché como se abría la puerta, alcé la vista y vi a la persona más pequeña que había visto nunca.

-Buenos días profesor -le saludé.

Pareció sorprendido de verme. -Buenos días, no esperaba a alguien tan temprano -me devolvió el saludo con una voz chillona que parecía bastante alegre -. ¿Cuál es su nombre?

-Soy Liam Doyle, señor, y como no tengo nada que hacer hasta que empiece la clase decidí que podría venir un poco antes -le expliqué.

-Eso es comprensible, supongo, soy el Profesor Flitwick, un gusto conocerlo señor Doyle -se presentó con la misma voz aguda -Veo que está leyendo, es bueno que le guste, sin embargo le recomiendo que se espere un poco a que empiece la clase, necesitará los conceptos básicos para empezar a realizar hechizos.

Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora