Capítulo 24

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El hombre, que tenía la apriencia de alguien con unos dieciséis o diecisiete años, retrocedió de un salto, evitando la nube de humo. Se puso en guardia esperando a que el humo se aclarara, puso su cuchillo delante de él para protegerse por si acaso.

Salió un chico musculoso y con el pelo negro y corto. Parecía extranjero y había una sonrisa sedienta de batalla clavada en su rostro.

-¡Lucha contra mí! -exigió Liam.

La mujer atada estaba temblando de miedo ante los dos hombres sobrenaturales. Era una muggle normal que, hasta ese día, no había creído nunca en superpoderes o cosas similares, sin embargo ahora lo tenía enfrente y temía por su vida.

El hombre sonrió, ahora volviendo a su sonrisa maníaca. Tenía rasgos asiáticos y vestía con ropas tradicionales de un maestro de kung fu. 

-¿Oh? Parece que alguien ha aparecido... -dijo en voz peligrosamente baja, aún sonriente -. Parece que ahora hay dos víctimas.

Liberó su aura, ensanchando la sonrisa de Liam. Este chico estaba cerca del nivel de la Separación del Espíritu, sin embargo no liberó la suya ya que le daría información a su adversario.

-Parece que puedes resistir mi presión -comentó alegremente el chico asiático -. Mi nombre es Yung Xi, el mayor cultivador joven de toda China, prepárate para morir!

Después de decir eso, se lanzó a una velocidad increíble, agrietando el suelo donde había estado antes. Un observador normal no habría podido seguir sus movimientos, sin embargo Liam no era normal.

Yung Xi lanzó un golpe con el cuchillo que hizo silvar al aire mientras se acercaba al pelinegro. Liam sonrió y concentró magia en su mano derecha antes de lanzar un puñetazo para encontrarse con el corte mortal.

-¡Tonto! Nadie puede detener mi tajo con sus manos -exclamó Xi -. ¡Muere!

Para su sorpresa, ambos golpes se encontraron y chispas salieron del lugar de colisión, creando una pequeña onda expansiva que los obligó a ambos a retirarse. El chico Yung lo miró consternado.

-Eres bueno, no esperaba que resistieras tal ataque -alabó, ahora un poco serio.

-Tú tampoco eres para nada malo, mi intención era destruir ese cuchillo tuyo -devolvió Liam con su sonrisa cada vez más grande -. Ahora, sin embargo, es mi turno.

Dicho estas palabras, el joven Ravenclaw desapareció con pura velocidad, provocando que los ojos de Yung Xi se abrieran de pura sorpresa. Fue solo por su instinto que se cubrió su lado derecho, deteniendo el golpe de Liam. Aún que lo detuvo, fue mandado a volar y se estrelló contra un edifcio, atravesándolo.

Se levantó con los brazos entumecidos y solo tuvo un segundo de descanso antes de que su adversario estuviera frente suya, volviendo a intentar un puñetazo que se movía cerca de la velocidad del sonido.

Esta vez, sin embargo, pudo reaccionar ya que estaba preparado, lanzando a la vez un corte con el cuchillo. La pequeña explosión resultante de la colisión fue capaz de hacer temblar el edificio.

Liam dio las gracias a que puso algunos hechizos de barrera para evitar que los muggles notaran o se acercaran a la pelea, por supuesto lo hizo mientras estaba en la nube de humo.

Yung Xi desvió el golpe hacia un lado e intentó una patada que estuvo a punto de darle a Liam, pero la esquivó en el último momento dando un salto en el aire.

Esferas azules de magia pura aparecieron delante del asiático y fueron lanzadas hacia Liam. Este solo murmuró el encantantamiento de Danku y una barrera translúcida detuvo las esferas, que explotaron al contacto pero no la agrietaron en lo más mínimo.

Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora