Capítulo 8

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-Buenas noches director -lo saludé alegremente.

-Buenas noches, señor Doyle, ¿le puedo preguntar qué hace aquí? -me preguntó con voz calmada, pero yo sabía que estaba preparado para todo.

-Verá, en realidad estoy aquí para hablar con usted -le respondí despreocupadamente.

Mi actitud pareció tranquilizarlo un poco, pero aún así me miró fijamente.

-No le recomendaría intentar usar Legeremancia en mí, director Dumbledore -le advertí -. Tengo algunas defensas que si bien pueden parecer inofensivas son... potentes.

Dumbledore se sorprendió visiblemente de que supiera lo que estaba intentando hacer.

-¿Por qué dices que querías hablar conmigo? -cuestionó -. Podría haberme hablado esta mañana en el Gran Comedor. Además te vi entrando al mismo tiempo que Harry y luego como te quedaste viéndolo. Esa fue un encantamiento bastante impresionante, sobre todo sabiendo que es usted de primer año.

-Bueno, de lo que quiero hablarle... es bastante importante -contesté rascándome la nuca. Capté la atención del viejo mago con esas palabras -. Bueno, en realidad quiero comentarle unas cuantas cosas.

El hombre me indicó que continuara con un gesto de la mano.

-Lo primero de lo que quiero hablarle es sobre Harry -empecé -. No es por tirarme flores, pero tengo un control de magia bastante superior al promedio, quizás incluso mejor que el de los profesores...

-¿Sabes acerca del control de magia? -preguntó el director acariciándose la barba -Eso es bastante impresionante para alguien de tu edad, ¿hasta que nivel lo has llevado?

-Puedo extender mi magia hasta los treinta metros, luego pierdo el control -informé rápidamente. Para lo que pretendía hacer, no podía guardarme mis habilidades.

Dumbledore me miró boquiabierto y me pidió que lo demostrara. Extendí mi En hasta el límite y luego sentí como otra fuente de magia pasaba junto a la mía.

-Ya veo, no conoce la técnica del Ojo Mágico, así que extiende su propio En para ver hasta dónde llego -reflexioné.

-Parece que decías la verdad, estoy realmente sorprendido -me comentó -. ¿Pero que tiene esto que ver con Harry?

-Verá, debido a mi control de magia, fui capaz de inventar una técnica a la que llame Ojo Mágico -revelé. En este punto me estaba arriesgando, pero debía seguir adelante -. Me permite ver fuentes de magia.

Dumbledore respiró profundamente.

-Entonces fue usted al que sentí el día de la selección -me dijo, a lo que yo asentí -. Qué técnica más impresionante.

-Luego puedo enseñársela, pero volviendo a lo que le quería comentar, también he observado a Harry con el Ojo Mágico -comenté, cambiando mi expresión alegre anterior a una seria -. Ese chico parece tener otra fuente de magia dentro de él. Además es terriblemente oscura, no pondría la mano en el fuego, pero es posible que Voldemort lograra colocar parte de su alma en Harry esa noche.

El mago más grande del mundo palideció.

-Hasta este punto has caído, Tom? -se preguntó a sí mismo en voz alta, luego me miró a mí -. Esta información es increíblemente valiosa, se lo agradezco de verdad, señor Doyle, pero le pediré que no lo revele a nadie más.

-No se preocupe, director, es por eso que he elegido este momento -dije volviendo a mi tono alegre.

-Esta información puede cambiar las cosas a nuestro favor, ¿hay algo que pueda hacer para agradecerte? -preguntó, mirándome con una sonrisa de abuelo.

Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora