Capítulo 77

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—Así que esa es tu historia —la silueta del Iluminado apareció en la mente de Liam.

No queriendo perder más tiempo, decidió acabar de una vez por todas con Tengen. Sabía que Shen descendería en breve y quería prepararse por completo para la batalla que, sabía, no iba a ser fácil.

Colocó a Ama no Sakahoko delante de él, en posición para atacar. Tengen cruzó las espadas que emitían una sed de sangre inconmensurable encima de su cabeza.

El Yith tenía la sensación de que sería necesario pasar al ataque si quería mantenerse en el combate, así que barrió las espadas y un destello rojo en forma de cruz viajó por el negro Universo hacia Liam.

Este se lanzó como un cometa a través del ataque. Ama no Sakahoko eliminó por completo la magia de la cruz y pasó sin problemas a través. Las alas blancas de Liam lo impulsaron con fuerza mientras dejaban un rastro de luz que lo iluminó todo.

—Estilo del Alma Esotérico: Veintidós Senderos de la Cábala —Liam se inventó descaradamente el nombre al momento, aunque Tengen no sabía esto.

El Yith vio como un mundo de luz se abalanzaba hacia él, con Liam en la punta. Reunió una vez más el mar putrefacto, aunque esta vez le lanzó sus dos espadas, que se fundieron casi al instante.

El mar se volvió un torbellino concentrado, más o menos del mismo tamaño que la lanza gigante de luz que se dirigía hacia él.

Blanco y rojo chocaron. Por supuesto, Tengen no era estúpido y había lanzado sus armas al mar por una buena razón. El Estilo del Alma de Liam tenía propiedades anti-magia y, por lo tanto, hubiera sido inútil normalmente defenderse, dejando solo la opción de esquivar o de resistir el ataque.

Liam se vio sorprendido cuando su Arte Esotérica fue igualada por Tengen, al menos hasta que sintió algo.

—De hecho, parece que Shen te otorgó un poco de la Autoridad de la Justicia —Liam continuó forcejeando, igual que su adversario —. Si no me equivoco, manifestó esa parte en las dos espadas que lanzaste justo ahora.

Esto se debía a que, no siendo el portador de una verdadera Autoridad, Tengen sería incapaz de contener en su cuerpo una parte de esta. Así era, si no poseías la Autoridad entera, una parte ínfima de esta podría hacerle perder por completo el control, volviéndolo loco. Por suerte para el Yith, o por desgracia para Liam, esto no se aplicaba a los objetos.

Las Autoridades de la Justicia y del Control se contrarrestaban bastante. La del Control podía establecer leyes que, luego, el mundo obligaba a cumplir. En cambio, la Autoridad de la Justicia poseía la capacidad de controlar el orden y el caos. En realidad, fueron similares en ciertos aspectos, aunque fundamentalmente bastante diferentes.

Liam apretó con fuerza su lanza. El mar de sangre empezó a retroceder y Tengen sintió que parte de la luz tocó uno de sus tentáculos, gritó aterrorizado al sentir como se deshacía.

Apretó con fuerza los dientes y el vórtice giró más rápido y furiosamente. Sin embargo, no notó la sonrisa en el rostro de Liam.

Giró a Ama no Sakahoko y apareció un poder penetrante sin parangón, el Medio-Dios se sumergió en el mar putrefacto. 

Tengen estuvo a punto de burlarse acerca de cómo iba a deshacerse cuando notó que la luz no disminuía en absoluto. Liam sostenía la lanza enfrente de su cuerpo y la conducía sin que la sangre tocara su cuerpo.

Tengen sintió un peligro inminente y trató de apartarse del camino, pero su cuerpo no reaccionó.

—Está prohibido esquivar —declaró Liam en voz alta.

Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora