Capítulo 59

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—¡Ni siquiera cerca! —exclamó Liam mientras esquivaba la carga de un enorme jabalí con cuernos parecidos a los de un toro.

Resulta que el Reino Inmortal no era un lugar solo para poderosos cultivadores, de alguna manera la vida había prosperado también allí, hecho que Liam ya había notado con anterioridad al ver que crecían plantas. Pero parecía que incluso el Reino Inmortal no estaba exento de bestias mágicas.

Teniendo esto en cuenta, uno podía llegar a la conclusión de que la Tierra no era tan diferente de ese sitio, variando únicamente la cantidad de energía mágica en el ambiente y, como conscuencia de ello, también la fuerza de los seres vivos.

El extraño animal que intentaba derribar a Liam estaba al nivel de un cultivador en la Corroboración del Camino pico, mucho más fuerte que cualquier bestia mágica de la Tierra. Aun así, Liam solo estaba esquivando y haciendo volteretas para cabrear al jabalí que, de la furia, iba derribando árboles y creando cráteres en el suelo.

Liam se rio en voz alta, disfrutando la persecución. Habían pasado un par de semanas desde que lo intentaron envenenar y ya empezaba a acostumbrarse al planeta Alma Esmeralda. El lugar era inmenso, tan grande que su anterior mundo quedaba en ridículo, y estaba seguro de que aún no había descubierto nada más que una ínfima parte de los secretos que residían en este vasto lugar.

Mientras reflexionaba, el jabalí lo embistió de nuevo, solo para ser lanzado a volar decenas de quilómetros atrás, cortesía del propio Liam. En ese mismo instante, el joven cultivador vio como el cielo se oscurecía ligeramente, notando al instante la magia que estaba circulando a través de las nubes.

—Estimados cultivadores —de repente, una voz etérea resonó en todo el planeta Alma Esmeralda —. Como ya es costumbre cada cien años, tengo el honor de informaros acerca de que el evento más famoso realizado por la Secta del Dragón Arcano será llevado a cabo en siete días. El Torneo Dragón Esmeralda, como todos vosotros ya sabéis, consistirá en una competición en diferentes ámbitos relativos a la cultivación y solo podrán participar los cultivadores que tengan la base de entre una hasta tres esencias. Esta es una magnífica forma de probar vuestras habilidades contra otros cultivadores.

Liam fue sorprendido ante el anuncio, pensó que todos los clanes y sectas que residían en el Reino Inmortal serían mucho más conservadoras respecto a sus habilidades, participar en un torneo expondría bastante de cada uno de ellos.

—Recordad, el ganador no solo se llevará la gloria que conlleva el título de Rey Dragón Esmeralda, título que permanecerá con él al menos cien años, hasta el siguiente torneo, sino que también recibirá una Píldora de Iluminación, utilizable por todos aquellos que aún no sean Soberanos Ancestrales y que da la oportunidad de adquirir una esencia —continuó la voz.

Ante la revelación del premio, Liam abrió mucho los ojos. Uno podía solo imaginar cuán ricos eran los de la Secta del Dragón Arcano por permitirse desperdiciar una píldora tan poderosa, eso o confiaban en que alguien de su propia secta fuera a ganar y solo querían generar un buen espectáculo. Fuera como fuese, al principio Liam no tenía pensado participar, pero perder la oportunidad de adquirir la Píldora de Iluminación no era una opción.

Por supuesto, en todo este tiempo que había pasado dentro del Reino Inmortal, había estado cultivándose y había descubierto algo impactante. Aunque la densidad de la magia era muchísimo mayor que la de la Tierra, y por ende la velocidad del cultivo se incrementaba en gran medida, prácticamente no había logrado ningún avance. En teoría, la parte que hacía difícil avanzar una vez habiendo llegado al Reino Ancestral era conseguir la revelación de una esencia. Sin embargo, para llegar a incluso poder lograr esto era necesario tener una cantidad de magia suficiente, como se hacía por ejemplo en el Reino de la Recolección de Magia.

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