Los siguientes días fueron bastante agradables y Liam agradeció el descanso. Poder seguir su rutina diaria de entrenamiento, cultivación, prestar un poco de atención en clase y, por lo demás, gandulear, era ciertamente bueno para su felicidad.
Harry estaba siendo especialmente alabado durante esos días, incluso más que normalmente; aunque realmente no prestó atención a dichas adulaciones y prefirió entrenar lo máximo posible para estar preparado.
Ron y Hermione parecían muy motivados en su propio entrenamiento; incluso hubo tardes, después de clase, que le pedían a Liam prácticas de combate extras. Este último apreció tal dedicación y los hizo trabajar aún más duro de lo normal. Gracias a esto, habían avanzado bastante y Liam pudo decir que la fuerza física de ambos excedía con creces a los cultivadores en su mismo nivel.
Además, según había escuchado de alumnos en Gryffindor, sus tres estudiantes habían logrado resistirse a la maldición Imperius durante la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Esto probablemente se debía a que las Tres maldiciones imperdonables podían ser bastante fácilmente contrarrestadas por un cultivador.
La maldición Imperius requería fuerza de voluntad para resistir, la Cruciatus funcionaba de tal forma que agitaba violentamente la magia del objetivo, provocándole un dolor terrible; esta podía ser contrarrestada con un buen control de magia. Finalmente, la Maldición Asesina era la más problemática de las tres, pues o poseías excelentes habilidades físicas tales como para evitarla, o alcanzabas la Creación del Núcleo.
En la Creación del Núcleo uno podría manifestar su alma en forma de una herramienta para el combate; con dicha habilidad, por supuesto que venía también una mejora sustancial en la propia alma, hecho que se podía usar para resistir el Avada Kedavra.
De todas formas, esa tarde habían venido a Hogwarts algunos enviados de El Profeta, a saber Rita Skeeter y un fotógrafo desconocido. Solo Buddha sabría cuánto detestaba Liam a Skeeter, pero lo que el propio Liam sí sabía era que tendría que hacer algo para evitar que la mujer se inventara algún titular llamativo que se pareciera a "Cambian las reglas del Torneo a última hora y, gracias a esto, Harry Potter se convierte en el campeón de Hogwarts. ¿Dumbledore demuestra su favoritismo?".
Sí, Liam estaba seguro de que era un resultado más que probable, y también estaba seguro de que probablemente tendría que hacer aparecer a Rita en medio del desierto del Sahara, preferentemente en un día muy soleado, con su magia sellada y una buena cantidad de escorpiones que la rodearan.
No tenía los ánimos para cometer semejante acto, así que debería hacer algo para evitar los problemas desde un inicio. Afortunadamente, Rita Skeeter no se preocupaba por escribir ella misma y, en cambio, dejaba que su vuelapluma lo haga sola.
Una vuelapluma era una herramienta para escribir, funcionaba sola pero con cierta... inexactitud que la hacía perfecta para Skeeter. Sin embargo, al funcionar con magia no sería difícil para Liam controlarla.
Teniendo elaborado su plan, Liam se movió hacia donde sentía las presencias de los campeones y periodistas. Allí presenció la divertida escena de una Rita Skeeter, de expresión nerviosa, observando a los tres campeones, que dejaban salir intencionadamente una parte de su magia, haciéndolos ver casi como villanos finales de un juego mientras estaban sentados cada uno en una silla.
Entonces le pidió a Harry si podría entrevistarlo y este respondió que no le importaba. Se apartaron un poco y, como Liam ya había previsto, Rita sacó la pluma a vuelapluma.
-Entonces, ¿qué opinas sobre la modificación de las reglas a última hora por parte de Dumbledore? -empezó la mujer -. ¿No crees que puede ser un poco sospechoso que te haya beneficiado tanto?
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Pisotear los Cielos
FanfictionActualizaciones todos los sábados, en caso de haber alguna modificación puntual en el horario avisaré antes.