Capítulo 28

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Dos puños chocaron provocando que la tierra temblara y fuertes corrientes de aire arrancaran algunos árboles desafortunados. Ambos ataques se mantuvieron inmóviles hasta que uno de ellos empezó a empujar con más fuerza y pronto dominó al otro.

Liam fue enviado volando, sin embargo se recompuso en medio del aire y dio una voltereta para caer de pie. 

-Sigo sin poder atraparte... -comentó con un tono plano -. Parece que hasta que alcance la Separación del Espíritu no podré luchar contra ti en condiciones.

Ji Ming se rio alegremente de su amigo.

-Vamos, vamos, has mejorado bastante durante estos meses y, si no fuera porque yo mismo mejoro a la vez que tú, ya me habrías atrapado -intentó animarlo, cosa que funcionó.

-De todos modos, ya va siendo hora de que vuelva a Inglaterra, debo prepararme con un poco de antelación para empezar el curso, además  tengo que hablar con mi maestro sobre mi mejoría -al decir estas palabras, Liam pensó en si habría cambiado algo en Hogwarts durante el año que había estado fuera.

Ji Ming lo miró, triste, a lo que Liam le dio unas palmaditas en la espalda.

-Me gustaría que tú también vinieras a Inglaterra durante este año -reveló -. En mi colegio se celebrará algo conocido como el Torneo de los Tres Magos, que reúne a estudiantes de tres colegios mágicos europeos y estos deben superar unas pruebas específicas, compitiendo entre ellos. Al parecer se permite que personas no relacionadas asistan, así que podrías venir a verlo.

El joven chino se animó visiblemente ante esto y lanzó un puño al aire.

-¿Un torneo entre magos? ¡Será interesante! -exclamó alegremente -. ¡Es una pena que no pueda participar yo mismo!

A Liam le cayó una gota de sudor al pensar en alguno de ellos dos participando en el torneo, ni siquiera sería justo para los demás participantes o para los pobres dragones.

-Por cierto, acabo de acordarme que antes de irme quería hacer algo -le dijo Liam a Ji Ming.

Lo miró curioso con la cabeza inclinada.

-Conozco un tipo de criatura mágica que vive aquí, en China -empezó -. Me gustaría conseguir a uno para hacerlo mi familiar.

-Oh? ¿Qué animal podría interesarte? -preguntó interrogante.

Sin embargo, Liam solo sonrió e hizo que no con un dedo.

-No voy a decírtelo, vas a tener que esperar para verlo tú mismo -se rio ante el puchero en la cara de Ji Ming.

Ambos se habían hecho bastante amigos después de pasar varios meses entrenando juntos y Liam podía decir con seguridad que Ji Ming era su mejor amigo en este mundo. Al pensar en su mundo natal, se entristeció.

Se había dicho a sí mismo varias veces que los había superado, sin embargo de vez en cuando seguía pensando en sus familiares y amigos, con los que había convivido durante muchos años. Creyó que, si los olvidaba por completo, les estaría fallando de alguna forma.

Ji Ming lo despertó de sus pensamientos poniéndole una mano en el hombro.

-No sé qué es lo que te preocupa, pero te recomiendo que dejes de pensar tanto en ello, puede que te ayude a llevarlo mejor -le aconsejó -. De todas formas, la búsqueda de un familiar es algo muy personal y deberías ir tú solo.

Liam le agradeció que intentara animarlo y decidieron que en cinco días se encontrarían en Zhaoxang, el pueblo en el que Liam había pasado sus primeros días en China.

Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora