Capítulo 66

258 21 11
                                    


El escenario en el que se disputaría la final consistía en un páramo con algunos desniveles. Liam apareció en el valle que había entre dos pequeñas montañas. El terreno estaba levemente nevado, lo que fue un cambio sustancial con los terrenos cubiertos de vegetación en las anteriores rondas.

El joven cultivador estaba atento, esperando a la aparición de su rival. Su corazón latía con fuerza, pues sabía que la persona a la que se iba a enfrentar no sería como las anteriores y requeriría todas sus capacidades, el poder mantenerse al nivel necesario para competir contra él.

De repente, una presión sofocante descendió sobre el lugar. Un hombre de aspecto desaliñado, pelo largo y cuerpo musculoso, había aparecido enfrente de Liam.

Del hombre brotaba una aura antigua, como si fuera un monje centenario de esos que viven en el Tíbet, aunque la atmosfera de sabiduría que lo rodeaba era contrarrestada por la intención asesina que liberaba, casi como la de una bestia.

Jinichi tenía una cara de póquer, pero Liam podía decir que estaba un poco emocionado. Él mismo se colocó en una posición de combate.

La postura del chico no fue tensa, pero tampoco relajada. Como luchador, sabía que la actitud corporal en una batalla no podía ser diferente a la del día a día, debido a que le resultaría incómodo. Despejó su mente, pero se mantuvo alerta a cualquier movimiento del enemigo, su cuerpo preparado en cualquier momento para reaccionar como un todo.

Su mente registró al árbitro dando la señal de inicio y, sin embargo, no actuó imprudentemente, ya que sabía que no estaba en condiciones de atacar primero.

Finalmente, el que se movió primero fue Jinichi. Pareció desaparecer un segundo y Liam casi no tuvo tiempo de activar su modo híbrido y echarse a un lado para esquivar el puño. 

El golpe provocó un estruendo, pero Liam no fue intimidado y contraatacó inmediatamente después. En su forma híbrida, no solo era más fuerte físicamente, sino que también se potenciaban sus sentidos, lo que le ayudaba a luchar con más eficacia.

Lanzó una patada lateral que fue evadida por su contrincante al saltar hacia adelante con una voltereta. No obstante, Liam ya había previsto la acción, por lo que actuó al instante con un golpe de puño que Jinichi tuvo que bloquear en el aire, lanzándolo unos metros hacia detrás.

Se estabilizó fácilmente y no parecía que el golpe le hubiera hecho mucho daño. De hecho, Liam sentía como si hubiera golpeado una barra de acero siendo una persona normal. 

Decidió que necesitaba tantear el alcance de las capacidades físicas de su oponente, así que se movió tan rápido como le fue posible. Se convirtió en nada más que una sombra, esta velocidad hubiera sido imperceptible para cualquiera de sus oponentes anteriores.

Sin embargo, tuvo que detenerse repentinamente en el aire, pues el pie de Jinichi ahora estaba a pocos centímetros de su rostro; si no hubiera frenado de golpe, habría recibido la patada en la cara.

Lo que más le sorprendió fue que solo había sentido el ataque en el último momento, incluso con su percepción refinada a un nivel con el que muchos Señores Ancestro solo podrían soñar.

—Me sorprende que hayas esquivado eso —Jinichi habló por primera vez —. De hecho, tus sentidos son impresionantes.

Liam estaba demasiado ocupado pensando en cómo traspasar sus defensas como para responderle. Estaba claro que era físicamente muy superior a él e incluso podía decir que estaban más o menos en el mismo nivel de control de magia, así que tendría que intentar luchar de forma inteligente con magia a distancia.

Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora