Una gota de sudor se deslizó por mi rostro, tenía los ojos cerrados y estaba en una posición meditativa. De repente noté algo extraño, como si me hubieran echado un balde de agua tibia por encima. Abrí los ojos y miré a mi maestro.
-Director, lo he logrado -le comenté respirando entrecortadamente -. Por fin he conseguido recolectar una brizna de magia exterior.
Dumbledore soltó un suspiro.
-Realmente tienes talento -dijo derrotado -. A mí me tomó dos semanas enteras para lograr absorber algo, ¡y ya era considerado un genio!
Bueno, tenía que decir a su favor que mi talento era así debido a mi deseo y, aún así, me tomó una semana entera lograr llegar hasta ese punto.
-Te felicito por tu logro, pero ahora no debes flaquear -me advirtió serio -. Llegar al Reino de la Recolección de Magia será difícil y, si lo logras, tu vida dará un giro de ciento ochenta grados.
-Le agradezco la ayuda que me ha prestado todos estos días, director -le agradecí apropiadamente, después de todo su consejo había sido imprescindible hasta el punto en que sin él no hubiera llegado a comprender el cultivo tan rápido, quizás me habría tomado cuatro o cinco años.
Dumbledore soltó una risita.
-Vamos, chico, te he dicho que no seas tan formal conmigo -dijo negando con la cabeza -. De hecho tengo una propuesta para ti.
Lo miré curioso, ¿Qué querría proponerme alguien como Dumbledore?
-Me has provocado cierta curiosidad y he decidido ponerte un reto -empezó, con voz misteriosa -. En caso de que logres entrar en tu mundo interior y formar el 1r Pilar de Magia antes de que se acaben las vacaciones de Navidad, por lo tanto tienes una semana, te haré mi primer aprendiz oficial, el camino de cultivo siempre ha sido y será duro, pero con alguien que te guíe se hace más suave.
-¿Está seguro de esto, director? -lo miré con una mezcla de sorpresa y confusión.
Dumbledore cerró los ojos reflexivamente y asintió.
-Llevo mucho tiempo buscando a alguien que sea capaz de recibir mis conocimientos acerca de la magia, sin embargo hasta ahora no había conocido a nadie tan talentoso como tú excepto quizás... -Dumbledore pareció detenerse un momento en sus recuerdos del pasado -. No, ni siquiera él. Pero eso no es todo, durante esta semana creo que he podido entenderte un poco mejor y no creo que seas un mal chico.
Lo miré con mis ojos brillando de la misma forma que los de Dumbledore, aunque no tan intensamente. En ese instante ambos comprendimos que, de cierta forma, se había formado un vínculo de entendimiento mutuo.
-Lo lograré, ni siquiera lo dude, maestro -comenté con un cierta emoción de desafío en mi voz.
-Lo estaré esperando, mi joven alumno -se rio con ganas.
Empecé a dirigirme a la puerta para salir del despacho de Dumbledore, pero él me volvió a hablar.
-Sé que tienes una gran sed de conocimiento, Liam, pero me extraña que con esa personalidad no te hayan colocado en Slytherin -dijo sentándose en su silla.
Me giré levemente para verlo.
-Slytherin, ¿yo? ¿Por qué alguien realmente astuto querría que le pusieran en una casa en la que se te proclama como tal? No hay ni un solo Slytherin verdadero en Slytherin -cuando hube contestado su pregunta, salí de la habitación.
Y pasé los siguientes días cultivando. La absorción de magia era muy lenta, sin embargo se aceleraría cuando fuera escalando Reinos, claro que cuanto más alto es un Reino, más energía se necesita para entrar en él.
Pensaréis que no moverme de mi habitación durante mucho tiempo podría afectar a mi condición física, pero no! La magia es algo tan fascinante si la sabes usar... Haciéndola circular de cierta forma podía mantener mis músculos en un estado en el que no se deterioraban, por supuesto tampoco se ejercitaban, pero ya habría tiempo para fortalecer mi cuerpo.
Justo cuando la semana llegaba a su final, mientras meditaba en mi habitación, noté un ligero tirón proveniente de mi pecho. Abrí los ojos y mi alrededor había cambiado, ahora estaba rodeado de una blancura sin fin, solo estorbada por una nube azul que flotaba a unos pies de mí.
Entendiendo instintivamente qué hacer, empecé a condensar la magia, no sé cuánto tiempo estuve concentrado tratando de juntarla, pero al final lo logré, se formó un pilar de unos cinco metros que emitía una luz azulada.
De repente, el suelo blanco empezó a temblar, parecía como si todo mi yo interior, junto con mi espíritu, temblaran. Hubo un brillo y el suelo pasó de ser completamente blanco a... ¡un gran prado!
El olor a césped llenó mi nariz y, justo en ese momento, delante del pilar apareció un lago de agua cristalina.
Observé maravillado todo el proceso, me sentía poderoso, increíblemente poderoso, mi magia se duplicó, no, triplicó, mi cuerpo se sentía fuerte, quizás podría hacer una abolladura en una pared que no estuviera reforzada con magia.
Mientras admiraba los cambios en mí, un cansancio aterrador me golpeó, ni siquiera aguanté una respiración antes de sentir que me desmayaba. Fue algo extraño, sentí como me desmayaba, sin embargo en mi mundo interior seguía con los ojos bien abiertos, cansado como si hubiera corrido tres maratones saltando a la cuerda, pero seguía despierto.
El único cambio real que pude notar fue que la capacidad de salir al mundo exterior, la cual había sentido justo antes de formar el pilar, había sido cortada. No me asusté, sabía que lo más probable era que, debido al cansancio, me había desmayado en el mundo exterior y, por eso, no podía salir en esos momentos.
-Bueno! Ya que estoy aquí sin nada que hacer, bien podría descansar -me dije a mí mismo despreocupadamente -. Esto de llevar seis días cultivando sin prácticamente dormir es realmente agotador, no puedo esperar a conseguir la suficiente habilidad como para no necesitar dormir.
En mi mundo interior no podía dormir, sin embargo sí que podía relajar la mente, me senté y cerré los ojos. El olor del pasto me refrescó la mente, es extraño el cómo un lugar en teoría irreal puede parecer tan real. Si no supiera mejor y no viera el cielo, que era completamente blanco, ¡podría pensar que en realidad estaba en el exterior!
Entonces miré curioso al lago y me acerqué. Puse la mano en el agua, no estaba ni muy fría ni muy caliente, tibia, pero se sentía increíblemente real, pensé en probar de beber, sin embargo no quería provocar algún problema, así que preferí dejarlo estar.
Finalmente observé mi 1r Pilar, brillaba con una luz azul poderosa, parecía hecho de vidrio, sin embargo solo con tocarlo entendí cuan duro era, pero tenía sentido, después de todo estaba hecho de mi magia en su totalidad.
Hablando de magia, cuando mis reservas se triplicaron, sentí como si, el cuello de botella en el que había estado anteriormente, hubiera sido destapado, estaba seguro de que ahora podría mejorar mi En a un nivel muy superior al que tenía antes. Ahora me quedaba ver cuán más poderosos serían mis hechizos, después de todo la cantidad de magia no lo era todo y, a parte de la fuerza física que sí había notado, no estaba seguro de si mi fuerza mágica se había desarrollado de la misma manera.
No estoy seguro de cuánto tiempo más estuve en mi mundo interior, pero al final sentí que mi conexión con el exterior se reparaba.
Cuando me desperté, mis ojos se sintieron pesados. Logré abrirlos de algún modo que aún no comprendo y pude determinar que estaba en la enfermería, delante de mí estaba Dumbledore.
-Sentí el incremento de magia -dijo, dándome una mirada profunda -. Parece que lo lograste.
Solté una carcajada alegre, realmente había logrado dar mi primer paso en este mundo, el primero de una infinidad.
Fin
-------------------
Lo siento, quería hacer este capítulo más largo, pero hubiera sido muy forzado. Además estoy agotado, hoy simplemente quiero irme a dormir temprano y ya es la una de la madrugada. Espero que lo hayáis disfrutado a pesar de lo corto que es ^^
Por cierto, ahora que estoy escribiendo esto, os aviso de que voy a cambiar el título para darle un poco más de personalidad a la historia, hasta la semana que viene.
ESTÁS LEYENDO
Pisotear los Cielos
FanfictionActualizaciones todos los sábados, en caso de haber alguna modificación puntual en el horario avisaré antes.