Capítulo 35

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Los días continuaron pasando sin demasiados altibajos. La noche de Halloween estaba a la vuelta de la esquina y los representantes de los dos colegios extranjeros llegarían en poco tiempo.

Liam, sin embargo, estaba un poco interesado en la clase que le tocaba a continuación: Defensa Contra las Artes Oscuras. Los de Slytherin y los de Gryffindor, que ya habían pasado por ella ese mismo día, comentaron con entusiasmo el cómo Moody les enseñó a defenderse contra la maldición Imperius.

De todas formas, ninguno de los miembros del Trío Dorado había sido afectado por ella. No es de extrañar teniendo en cuenta que estaban a un paso de convertirse en verdaderos cultivadores y, en cambio, el Ojoloco falso ni siquiera tenía conocimiento de ello.

Liam supuso que Voldemort tenía miedo de hablar con sus Mortífagos acerca de la cultivación, después de todo es el poder lo que lo distingue de los demás, si alguno de sus subordinados se acercara a él en términos de poder era probable que se rebelara.

Ese es el problema de no confiar realmente en nadie, te acaba debilitando.

Volviendo a la realidad, el cultivador de Ravenclaw anduvo por los pasillos hasta encontrar el aula de DCAO. Fue el primero en entrar, así que pudo elegir el lugar que quisiera; en este caso fue un asiento en segunda fila.

El profesor ya estaba allí pero no le prestó atención... o eso es lo que aparentaba. En realidad su cuerpo estaba ligeramente tenso y Liam supo que estaba preparado para desenvainar su varita en cualquier momento. Era probable que el propio Tom le hablara sobre él, después de todo ya lo conocía desde que mató a Quirrell.

Liam no actuó, necesitaba que este hombre resucitara a Voldemort. En su forma actual Voldemort no era ninguna amenaza personalmente, pero tampoco se le podía matar, no sin que se destruyeran los horrocrux.

Liam era incapaz, en ese momento, de eliminar el alma restante del mago oscuro que yacía en la mente de Harry... bueno, podría, pero su alumno moriría en el proceso. Es por esto que la forma más segura era que el propio Voldemort matara a Harry. En su ritual para resucitar, Voldemort usó la sangre del chico, lo que creó algún tipo de contrato mágico del que no era consciente.

El contrato declaraba que ninguna de las partes puede dañar al otro, luego el Avada Kedavra atacaría a lo más cercano que tuviera a parte de Harry, en este caso sería el alma del propio Voldemort. Había investigado bastante junto a Dumbledore para encontrar formas de eliminar ese horrocrux y durante el transcurso de la investigación se encontró de casualidad esta información... la sección prohibida tiene libros verdaderamente aterradores.

Salió de sus pensamientos al notar que los estudiantes empezaban a entrar. Luego Moody finalmente se levantó.

-Ya podéis guardar los libros -indicó nada más levantarse -. La clase de hoy será práctica.

Todos estaban emocionados, aunque no realmente sorprendidos.

-Maldiciones. Varían mucho en todo el sentido de la palabra: forma, color, tamaño, peligrosidad... -su tonto era grave y, aunque ya habíamos tenido alguna clase anteriormente con él, alguno de los estudiantes parecían intimidados por la forma del profesor -. El Ministerio me ha pedido que solo os enseñe contramaldiciones, parece que no os consideran lo suficientemente mayores, sin embargo el director tiene una mayor opinión sobre vosotros y piensa que podréis resistirlo.

Liam captó el significado subyacente entre esas palabras. Básicamente estaba diciendo que el Ministerio de Magia ya intentaba regular la educación incluso desde antes de enviar a Umbridge

-Personalmente creo que, cuanto antes sepáis a qué os enfrentáis, mejor -esta vez su voz contenía cierta advertencia, y Liam no pudo evitar elogiar la capacidad de actuación de Barty Crouch Jr -. Así que... ¿alguno de vosotros sabe cuáles son las maldiciones más castigadas por la ley mágica?

Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora