Capítulo 79

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Caos y Orden se miraron. Todo estaba mucho más tranquilo que unos segundos antes, pero a los espectadores no les pareció que fuera así. 

Shen quedó quieto, en el cielo, evaluando con ojos celestiales a la 'persona', si es que se le podía llamar así, que tenía enfrente. Sintió la extraña desconexión que había entre ambos, muy a diferencia de la que tenía con todos los otros seres que nacieron en el Universo o en el Reino Inmortal.

Entendió que Liam no era nativo de ninguno de los dos reinos, esa era la única respuesta a su situación. Como Trascendente, era consciente de la existencia de otros mundos y, por lo tanto, llegó a la conclusión de que su actual enemigo tenía que ser alguna entidad externa.

[POV Shen]

La identidad de Liam como ser externo es indudable; sin embargo, eso solo me lleva a otras preguntas. Incluso como Trascendente, viajar a otro mundo requeriría casi de todo mi poder.

He monitoreado a Liam desde su primera tribulación y estoy seguro de que cuando llegó a este mundo no era un cultivador. Entonces, ¿cómo había llegado en primer lugar? Es extraño, ¿alguien lo trajo?

No, eso no es posible, aunque El Iluminado lo apoya, su poder no es suficiente como para hacer eso. Solo se me ocurre una persona capaz de ello, pero 'Él' y El Demonio se marcharon hace mucho tiempo para explorar la infinidad de mundos existentes, ¿por qué les importaría uno tan pequeño?

De todas formas, eso no es importante ahora.

[POV Narrador]

Shen agarró la cruz plateada que llevaba colgada en su pecho.

—Saludos, compañero Trascendente —saludó.

Sus palabras fueron suaves, pero cada cultivador las escuchó y sintió un alivio involuntario al instante. El Cielo fue reconocido en sus almas como una figura paterna, esa fue una parte de su poder como gobernante de ambos reinos.

Liam no se quedó en silencio y decidió contestar. Entrelazó sus manos, como recordaba que hacían los cultivadores en las novelas de su anterior vida, y habló con voz relajada.

—Hoy es un buen día, mi querido enemigo —sus ojos brillaron con luz santa y había una sonrisa pícara en su rostro.

Shen sonrió, pero no existían emociones en su expresión.

—Me has llamado enemigo desde que sabes de mi existencia —le contestó —. ¿Por qué enemistarte conmigo? Podrías haberte marchado tras alcanzar el Reino Ancestro, gracias a tu Esencia. En cambio, decidiste antagonizarme.

—Fue por varias razones —empezó el recién ascendido cultivador —. Principalmente, no me gustaba que existiera alguien que me dijera qué puedo y qué no puedo hacer. Después de todo, el camino de la cultivación es un camino para alcanzar la libertad. 

El Cielo soltó una carcajada fría.

—Está bien buscar la libertad, pero eso solo te llevó a la muerte de un amigo —declaró, no como una burla, sino como un hecho.

Liam no fue afectado por ello.

—La muerte de mi mejor amigo la tendré que llevar conmigo para siempre, cierto —aceptó el argumento de su enemigo —. Sin embargo, es justamente por eso que lucho. Si no te derroto hoy, más personas sufrirán lo mismo que Ji Ming.

—Sin mí, el caos reinará en ambos mundos —Shen aseguró —. Los Dechados eran capaces de destruir todo el Reino Inmortal en una de sus guerras, los exterminé para preservar el mundo. Siempre debe existir un gobernante que ponga orden en donde no lo hay.

Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora