Once upon a time || One shots Bughead y Sprousehart || • +18

• ¿El es tu hermano? •

Comenten, lxs amo.

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- Ay miren chicos, llegó la niña estúpida. -dijo con voz burlona Verónica Lodge señalando a Betty Cooper quien entraba a Riverdale High, su cabeza gacha.

- Quítate de mi camino, idiota. -dice demandante Cheryl Blossom.

Betty da dos pasos a la derecha intentando caminar lo más rápido posible fuera de ahí para alejarse de aquel molesto grupo de "amigos".

- Buena para nada. Esa falda de te ve realmente mal.

Al oír esa voz empieza a caminar más rápido, era a quien menos querría encontrarse en ese momento.

Sale de ahí para ir a su único lugar seguro en aquella escuela. El azul y oro.

Cierra la puerta del salón pasándole el seguro a esta y se sienta en una silla con sus ojos cristalizados.

- Ya quiero irme de aquí. Todo es una mierda. -se dice a si misma en voz alta.

Toma su bolso y para sacar de este su laptop y l hacerlo sobre esta encuentra un pequeño paquete con una nota.

Era un chocolate, su favorito.

"Ten un lindo día pequeña, estoy orgullosa de ti.

Te ama, tu madre. A. S."

Sonríe al ver esto, sus padres eran lo mejor que le había pasado. Pero no todo es color de rosas.

Esa tarde sale lo más rápido posible luego de tomar todas sus clases del día intentando no encontrarse con ninguno de los odiosos chicos que la molestaban desde que tiene 13 años.

Al salir camina hasta Pop's y entra.

- Hey Pop. -saluda al amable señor con una tierna sonrisa que la caracteriza.

- Hola Betty. ¿Lo mismo de siempre? -pregunta y ella asiente.

Luego de unos minutos ella sale del establecimiento con dos batidos en sus manos, su favorito ñ, de fresa.

Y uno de vainilla, el favorito de..

Sonríe al verlo frente al local junto a su moto, con su chaqueta de cuero negro luciendo jodidamente sexy.

Jughead Jones, su novio.

Camina hasta el y deja en su mano izquierda el batido, el con su otra mano la toma de la cintura para acercarla a él y dejar un tierno beso en sus labios.

- ¿Cómo estás amor? -pregunta acariciando su mejilla dulcemente.

- Bien, te extrañe. -ella responde con una sonrisa y lo besa de nuevo.

- Y yo a ti bebé ¿Vamos? -el dice y ella asiente. Los dos suben a la moto y el comienza a conducir hasta el parque de remolques llegando en unos pocos minutos.

Entran al trailer del pelinegro y el deja su chaqueta en el perchero de la entrada.

- Debo decirte algo. -el habla y ella frunce el ceño sentándose a su lado en el sillón, esperando que siga hablando. - Mi padre quiere conocerte, mi hermano también. -el explica.