Once upon a time || One shots Bughead y Sprousehart || • +18

• ¿Bailamos o te bailo? •

Comenten bebés, lxs amoO!

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Todas las chicas lo deseaban.

Los hombres lo envidiaban, algunos lo admiraban.

Tenía muchos enemigos (por no decir demasiados) pero.. el solo vivía su vida.

Siendo el jefe de la mafia

El pelinegro bajo de su caro auto de color negro, un Audi.

Vestía con un traje de diseñador, de miles de dólares, tal vez. Negro, una corbata con diseños plateados.

Caminó hasta la puerta de su club. Algunas chicas bailando en el escenario, otras repartiendo tragos por todo el lugar. Hombres fumando, bebiendo y quién sabe qué más.

Al llegar a la barra, fue recibido por una pelirrosa.

- Toni. -saludó a la chica.

- Jones ¿Lo de siempre? -ella pregunto y el pelinegro asintió arreglando la muñeca de su camisa.

Peinó un poco su cabello y ella le sirvió el trago, el lo bebió de una vez todo.

- En tu despacho esperan tres chicas.

- ¿Para qué?

- Una entrevista. Nadie canta, Jakie renunció y era el asombro del club.

- Eso no es importante, Toni.

- Para mí si, Jones.

- Es mi club. Yo decido que es importante y que no. -el sonó serio.

- Las chicas ya están en tu despacho.

El rodeó sus ojos para beber otro trago, el tercero tal vez.

A unos pasos de ellos entró una chica rubia, llevaba un vestido negro ceñido a su hermosa figura, sus rubios y largos cabellos por sus hombros, mientras distraída veía algo en su teléfono.

Hasta que llegó a la barra y apagó la pantalla de este para llevar su mirada al pelinegro quien la miró desde sus largas piernas, sus pechos que se miraban a través de su escote hasta llegar a sus ojos donde sus miradas conectaron.

Toni aclaro su garganta haciendo que el desvíe su mirada y que la rubia lleve su mirada hasta la morena.

- Emm.. ¿Sabes quién es Toni Topaz? -preguntó.

- Yo misma para servirte. ¿Es que puedo ayudarte? -ella le pregunto.

- Vine por una entrevista.

- Oh, el despacho al final del pasillo, en un momento irá alguien. -señalo la morena y así la rubia se fue por donde ella le había indicado.

Toni le sonrió al pelinegro y vio como éste se relamía los labios viendo el trasero de la rubia.

- Creo que.. son cuatro chicas.