Once upon a time || One shots Bughead y Sprousehart || • +18

• Eres mi vida entera •

Tercera parte de "En la misma casa"

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- ¡Juggie! -la rubia dió un pisotón en el piso y su novio suspiró, frotando sus ojos, cansado de sus berrinches. - ¡Quiero ver películas contigo!

- Ya te lo dije, Betty. Puedes ver películas tú sola. Tengo que estudiar.

Ella hizo un puchero con sus labios y luego de unos segundos sus ojos se cristalizaron.

- Oh no, no me veas así. -el negó, suspirando. - Y deja de manipularme. En la noche veré películas contigo. Ahora estoy ocupado.

- ¡Pero yo quiero que sea ahora, Juggie!

- Linda, ¿Podrías dejar de gritar y hacer berrinches por un segundo? -suspiró. - Debí hacerle caso a Alice y no cumplir todos tus caprichos, ahora haces berrinches si no hago lo que quieres.

- Pero Juggie... Porfis porfis. Será solo una ¿Si?

El suspiró una vez más y se levantó de la silla, cerrando su laptop. La tomó de la cintura y besó sus labios lentamente.

- Yo creo que tú tienes sueñito y por eso tanto capricho. Haremos algo, me acostaré contigo hasta que te duermas y luego continuaré con mi tarea. Las películas las dejaremos para la noche. Estás cansadita, ¿Cierto?

- Juggie es que anoche no me dejaste dormir nada...

El soltó una carcajada y asintió, viendo cómo se extendía un leve color rojizo por sus mejillas, y la rubia desvió su mirada.

- Lo sé, linda. Vamos. -la tomó de la mano y ambos caminaron hasta la habitación de la rubia. Se recostaron en la cama abrazados y el besó su cuello.

- Descansa mi vida. -ella asintió y cerró sus ojos, durmiéndose luego de unos minutos.

Jughead se levantó de la cama luego de dejarla dormida y cerró la puerta de la habitación en total silencio.

Y así bajó de nuevo a la primera planta de la casa para sentarse en la mesa y continuar escribiendo en su laptop.

La puerta se abrió revelando a su padre y el le sonrió.

- Hola papá.

- Hola Jug. ¿Y Betty?

- Está dormida... -dijo sin desviar la vista de su laptop y escuchó un suspiro cansado por parte de su padre.

- ¿Que fue lo que les pidió Alice, Jughead? -lo miró, algo amenazante.

- Eeeh, no sé. Alice nos ha dicho muchas cosas. -dijo el confundido.

- No sexo en esta casa y mucho menos si ella y yo estamos aquí. Anoche los escuchamos, Jughead. -lo retó. - Debes respetar, aunque ambos vivimos aquí esta es la casa de Alice.

El peliengro se sonrojó un poco y desvió su mirada apenado.

- Lo siento... No se repetirá otra vez.

El mayor asintió de caminó hasta las escaleras subiendo estas.

Un rato después, Alice también entró a la casa. Jughead creyó por un momento que también lo retaría al igual que su padre pero fue todo lo contrario.

Entro con una sonrisa y se sentó frente al pelinegro, dejando dos sobres sobre la mesa justo frente a él.

- Ábrelo. -le tendió uno.

- ¿Que es esto? -preguntó confundido.

- Lo enviaron de Yale, para saber si fueron aceptados. -sonrió y aplaudió un poco con sus manos.