Once upon a time || One shots Bughead y Sprousehart || • +18

• Ustedes, mi vida entera •

Segunda parte de "My future with her"

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Jughead tomó a ambos niños en sus brazos, fue un poco complicado pero luego de que lo logró, subió a la segunda planta de la casa y dejó a cada uno en su habitación.

Luego bajó de nuevo y entro a la sala de cine donde estaba la rubia removiendose, despertando.

- Juggie. Abrázame. -pidió y el sonrió.

- Vamos a la cama mi amor.

- ¿No estamos en la cama? -preguntó ella confundida, intentando abrir sus ojos y frotando el izquierdo.

El pelinegro soltó una risa y negó tomándola en sus brazos.

- No, estábamos viendo una película con los niños y los tres se durmieron. -el murmuró.

- Oh, cierto. -ella asintió escondiendo su cara en su cuello. - Entonces déjame seguir durmiendo. -pidió y el rió de nuevo.

- ¿Por qué te ríes tanto de mi? -preguntó ella con un puchero.

- Porque eres muy tierna mi amor. -el murmuró.

Al llegar a la habitación, la dejo en la cama y acercó su boca a la de el para murmurar.

- Y cuando eres tan tierna y te comportas así me recuerda a cuando éramos jóvenes. -susurró cerca de sus labios y ella se sonrojó. - Cuando me decías papi y actuabas como una bebé. Recuérdame.. -suspiró en su cuello y luego terminó de hablar. - ¿Por qué dejamos eso?

La respiración de la rubia ya estaba un poco agitada al sentir los labios de su esposo en su cuello.

Pero tomó todo su autocontrol y respondió.

- Porque tenemos hijos y es un poco turbio que los tres te digamos papi.

- Los niños no tienen porque saberlo. -admitió.

Ella bajó un poco su cabeza y Jughead la tomó del mentón para levantarla de nuevo y que lo mirará a los ojos.

Sus narices rozaban y sus labios estaban a centímetros del otro.

- Porque.. no hay nada que me prenda más que escucharte decirme papi mientras te follo sin compasión.

- ¿Es eso así, papi? -ella murmuró.

Jughead sonrió al obtener lo que quería y simplemente unió sus labios en un acalorado y desesperado beso.

La tomó de los muslos de nuevo y los dio vuelta, el quedó sentado en la orilla de la cama y ella en su regazo.

El pelinegro apretó su trasero entre sus manos y luego su cintura, ella soltó un jadeo ahogado en medio del beso.

- ¿Te quieres arrodillar para papi?

- ¿Y hacer que? -ella preguntó coqueta.

- Tu sabes que quiero..

Ella asintió y se arrodilló frente a él en el piso de la habitación. Bejó los pantalones y boxers del pelinegro dejándolo casi completamente denudo y sonrió al ver eso frente a ella.