• Tú me inspiras •

2.4K 129 137
                                    

- Juggie. -la rubia hablo desde la cama, viendo como éste escribía en su laptop sentado en la mesa de su habitación. - ¡Juggie!

- ¡Joder, Betty. Cállate!

Ella hizo un puchero y sus ojos se cristalizaron en el instante que escuchó su grito. Lágrimas corrieron por sus mejillas y un sollozo se escapó de sus labios.

Jughead cerró sus ojos fuertemente, no era su intención gritarle así pero se sentía tan estresado en ese momento y desesperado por su voz llamarlo a cada segundo.

- No, Betts.. lo siento no-

- Está bien. -ella murmuró limpiando una lágrima. - Me iré para que termines tu manuscrito.

Ella se dió la media vuelta y cuando estaba a a punto de salir el rápidamente se levantó y la tomó de la cintura.

- Lo siento, mi amor. No quería gritarte. -murmuró limpiando sus lágrimas y dejando pequeños besos en sus labios. - Estoy muy estresado, debo terminar esto para mañana y no tengo idea de que escribir.

- Me gritaste. -murmuró.

- ¿Me perdonas? -el preguntó. - Hagamos algo, te abrazaré hasta que duermas y te haré mimos. Luego seguiré escribiendo para terminar al menos 20 capítulos más. -el propuso y la rubia asintió.

Los dos se acostaron abrazados en la cama y ella se volteó dándole la espalda, con los brazos de el entorno a su cintura.

Jughead contuvo un gemido al sentir el gran trasero de la rubia justo frente a su miembro escondido bajo la ropa.

Intentó alejarla un poco pero ella simplemente se apegó más a él.

- Betts.. -jadeó cuando ella se movió acomodándose. Ella realmente no lo estaba haciendo adrede, de hecho sus ojos estaban cerrados y tenía la intención de dormir tal y como él había dicho.

No pasó mucho tiempo cuando ella sintió una erección clavarse justo en su trasero.

- Jug.. ¿Q-que? -preguntó confundida.

- Sigue durmiendo. -el gruñó. - No puedo hacer nada porque perderé tiempo así que iré a darme una ducha de agua fría.

Ella se movió para quedar sobre el y lo besó.

- Será solo un rato. -murmuró coqueta.

- Betty, lavántate. No tengo tiempo ahora.

- Jug... -gimió en su oído cuando empezó a mover sus caderas haciendo fricción entre sus cuerpos aún vestidos.

- Elizabeth. -eso debía sonar más como una advertencia, pero realmente salió como un gemido de sus labios.

- Vamos Jug. Necesitas despejarte. ¿No quieres divertirte un rato con tu novia? Lo necesito... -ella murmuró y mordió el lóbulo de su oreja.

- Si no termino este manuscrito será tu culpa. -le respondió y apretó su cintura entre sus manos haciendo que ella sonría, para luego unir sus labios en un apasionado beso.

Betty sacó la camisa de su pijama de su cuerpo, quedando desnuda desde su cintura hacia arriba ya que no tenía brasier.

El pelinegro apretó sus senos entre sus manos y comenzó a besar apresuradamente la delicada piel de su cuello.

Ella se levantó levemente para quitar también su short junto a sus bragas y así quedó completamente desnuda sobre las piernas de su novio.

Se sentó frente a él en la cama y luego se inclinó levemente a su entrepierna, para desabrochar sus pantalones y sacarlos por sus piernas junto a sus boxers.

Pasó sus manos por su miembro erecto y comenzó a mover la de arriba hacia abajo. Se inclinó un poco más y cuando su boca estaba frente a este, lo metió en su boca.

- Betts. -gruño, tomando su cabello dorado entre sus dedos. - Así.

La guió en sus movimientos, con su mano en su cabeza, tomando su cabello simulando una coleta y unos minutos después, soltó toda su carga en su estrecha boca.

- Cada vez haces esto mejor. -le murmuró en los labios y luego los unió en un beso.

El de deshizo de su propia camiseta gris dejándola por alguna parte de la habitación, y así los dos estaban completamente desnudos.

La atrajo más hacia él y mientras ella besaba y mordía la piel de su cuello y pecho, el tomó un condón de la pequeña mesa junto a la cama.

Cubrió su miembro con este y ella levantó un poco sus caderas, alineando su miembro en su entrada y luego se dejó caer, ambos soltaron un suspiro.

El guió sus caderas en leves movimientos circulares y los dos jadearon por la fricción.

- Se siente tan bien. -ella gimió con sus ojos cerrados sin parar de mover sus caderas.

Luego de un rato, la rubia estaba en la cama desnuda, con sus ojos cerrados, respirando agitadamente. El se levantó y tomó sus boxers y unos pantalones deportivos grises para estar cómodo.

- Betts vístete, te resfriarás.

- Juggie. -lo llamó sin abrir los ojos, cuando el se sentó de nuevo en su escritorio.

- ¿Mhm? -preguntó mientras abría su laptop para empezar a escribir.

- ¿Me vistes?

El soltó una pequeña risa y se levantó para ponerle su pijama de unicornios y ella sonrió. Dejó un beso en su frente y cuando estaba por separarse ella lo abrazó.

- Upa.

- Betts, debo escribir.

- ¿Puedo estar en tu regazo?

El asintió y así el se sentó en la silla, con la rubia en sus piernas. Jughead comenzó a escribir y ella escondió su cara en el cuello del pelinegro, y luego de un rato estaba completamente dormida.

Dos horas después, Jughead suspiro, sintiéndose menos estresado pues había terminado lo que debía.

- Betts. -la movió levemente y acarició su cintura.

Ella se removió y el negó sonriendo, no la despertaría. Se levantó con ella en brazos y se recostó en la cama abrazándola.

- Te amo. -el le dijo al oído mientras acariciaba su cabello.

- Y yo a ti, Juggie.

- ¿No estabas dormida? -el preguntó con una sonrisa, y ella negó divertida.

- No quería que me soltaras.

- Creo que te estoy mimando mucho últimamente, chiquita. Siempre logras que te de todo lo que quieres.

- Me gusta eso, Juggie.

- No te acostumbres.

- Vamos, tu lo necesitabas. Antes de hacerlo siquiera tenías ganas de escribir.

- Es cierto, tu me inspiras. -el sonrió.

Besó sus labios y luego los dos durmieron durante lo que quedaba de aquella noche de invierno.


























¡Hola!

Lxs amo ❤️.

Once upon a time || One shots Bughead y Sprousehart || • +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora