Cuando te sientes un desastre.
Cuando no puedes con tus pensamientos.
Cuando te cuesta aceptarte.
Cuando luchas con hábitos que te avergüenzan.
Cuando las emociones te engañan.
Cuando te equivocaste otra vez con lo mismo.
Cuando duele tanto que ya no quieres intentarlo.
Cuando estas siendo atacado/a, no estás solo/a.
Cuando ya te cansaste de andar juntando tus pedazos, porque nunca es agradable andar por ahí con el alma tan rota.
Cuando ya no sabes en quién confiar porque hay tanta frustración y confusión en ti que solamente quieres desaparecer o escapar a algún lugar, pero no hay a dónde escapar porque el problema está dentro tuyo.
No eres la única persona qué pasó por esto.
Yo entiendo lo que sientes, entiendo cómo te sientes. Sé cómo está tu corazón y lo que pasa en tu mente cuando sucede todo esto.
Sé cuanto duele. Sé lo frustrante que es.
Pero déjate ayudar, no te calles.
Háblalo.
Busca ayuda.Porque si yo pasé por todo eso y Jesús pudo sanarme, reconstruirme y hacer todas las cosas nuevas en mí, también lo puede hacer contigo.
Ánimo, nunca es tarde para empezar a confiar y dejar atrás todo lo que te hace mal.
Dios está contigo, y yo también.
No estás solo/a.
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Cartas de Dios
SpiritualCartas de Aquel que lo dio todo por quien no merecía nada. ¿Puedes imaginarte que alguien tan aparentemente distante conozca tu nombre mucho antes de que tus padres se conocieran? Su mirada va más allá de esta piel y mientras sus ojos navegan tu al...