Cartas de Dios

#054

Sé que algunos días son realmente difíciles.

Hay noches en las que literalmente sientes dolor en tu corazón y como un dolor en el pecho.

Herido/a en formas en las que solo tú y yo entendemos.

En tiempos difíciles no tienes que aparentar que todo esta bien.

No tienes que levantar todos los pedazos de modo que otras personas no lo vean y por que si lo hacen, te juzgaran diciendo que no estas bien.

Tan solo se honesto. A la misma vez, no dejes que las emociones controlen tus acciones. Siéntelas, y después tómalas y haz algo con ellas para que no te dejen por siempre ahí en el suelo. No dejes que el peso de ellas te ahoguen. Tienes que dejármelas y aferrarte a mí, y aún mas, confiar en que yo estoy cuidando de ti.

En el momento en el que David se sintió hasta el fondo, le preguntó a su alma el porqué estaba abatida.. Mas bien él estaba tratando de decir "Alma, deja de estar abatida. Es mejor regocijarse." Pero él era honesto delante de mí y consigo mismo.

Y ese es el primer paso, el reconocer dónde estas, en el fondo, por mas profundo que éste lo sea. Yo estoy contigo y no he cambiado.

Y en ese lugar, David decidió poner su esperanza en mí. Él supo dónde estaba su esperanza. Declaró así mismo que me alabaría, a su Salvador, su alma volvería a cantar otra vez.

Esa es la fe, aún cuando estas pasando por lo contrario. No importa que tan abatido/a estés, que tan desanimada esté tu alma, pon tu esperanza en mí.

Tu alma volverá a cantar.

-Dios