¿Te das cuenta?
Nada nos separa.
Ni el miedo, ni el rencor, ni tu mal humor. Ni tus pocas ganas de buscarme, ni tus excusas, ni las redes sociales, ni la rutina, ni el cansancio.
Ni lo que hagan los demás, ni lo que digan de ti, ni los días difíciles, ni el dolor más fuerte.
Si no te abandoné hasta ahora, ¿qué te hace pensar que algún día eso va a pasar?
Aunque son mis manos las que deciden soltar, nunca me voy a dar por vencido.
Mi amor es hasta el final de los días.
Yo no te estoy preguntando si quieres ser mi hijo, yo te estoy diciendo que eres mi hijo.
Aunque estés cansado/a de ti mismo, aunque pienses que no lo mereces.
Discúlpame por amarte tanto, por insistir y no dejarte tranquilo/a, pero yo sé bien lo que hago, no voy a dejar de hacerlo.
En mis manos TODO va a estar bien.
En mis manos, las tormentas pasan por los costados.
-Dios
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Cartas de Dios
SpiritualCartas de Aquel que lo dio todo por quien no merecía nada. ¿Puedes imaginarte que alguien tan aparentemente distante conozca tu nombre mucho antes de que tus padres se conocieran? Su mirada va más allá de esta piel y mientras sus ojos navegan tu al...
