No me olvido de la forma en que sonreías. Tu semblante era distinto y era grande tu alegría .
He extrañado verte como yacías cuando danzabas y como cantabas canciones que de corazón interpretabas.
Cuando llorabas impartiendo la palabra de verdad; pero no era de tristeza, era de felicidad.
La sensación de levantar tus manos en cada ocasión y si venía la duda me buscabas en oración.
Fuiste formado para ser amado/a.
No importa cuán lejos te fuiste lo que importa es que regresaste.
Ven, apoya tu frente en mi pecho.
Mis manos se llevan la mentira del abandono.
Llora lo que necesites, mi consuelo esta llegando, es tuyo.
Elegiste pasar este momento conmigo para aprender a amar.
Me entregaste a mí la última palabra y, aunque el estómago duela por llorar, aunque el vacío sea intenso, sabes que esta temporada incierta va a pasar.
Cuando venga la próxima estación, habrán flores de esas que no mueren, porque todo lo que yo doy es eterno. Flores eternas que nacieron de este invierno.
Déjame hacerte feliz, la paz te quiero devolver.
Soy tu Padre y te espero hasta que decidas volver de nuevo.
-Dios
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Cartas de Dios
SpiritualCartas de Aquel que lo dio todo por quien no merecía nada. ¿Puedes imaginarte que alguien tan aparentemente distante conozca tu nombre mucho antes de que tus padres se conocieran? Su mirada va más allá de esta piel y mientras sus ojos navegan tu al...