Acá te voy a estar esperando, en un atardecer.
Acá con mis brazos abiertos, mis ojos de amor, mi sonrisa intacta.
Acá estoy para susurrarte mis respuestas, mis consejos.
Acá con mis silencios.
Acá en el calorcito de mi gracia, que te hace olvidar tus errores.
Acá mientras el fuego arde y va quemando tus miedos.
Acá donde no hacen falta palabras; no importa el idioma, no importa las formas, te voy a entender.
Acá donde puedes contarme todas las cosas, y saber que ninguna se escapa de mis manos.
Acá donde puedes descansar de los ruidos, de las opiniones, de las miradas, de las expectativas, de los juicios, de las tensiones, de las preocupaciones.
Acá donde podemos soñar un futuro juntos, uno distinto, y aunque aún no tenga forma, confiar en que va a ser lo más lindo.
Acá donde el consuelo abunda y nunca se va agotar.
Acá en mis manos lastimadas, que te van a sanar.
Acá con todo y tus defectos, con tus dudas y tus miedos; acá todo se hace chiquito porque estoy en el medio; intercediendo.
Acá, porque entiendo tu dolor; acá, porque perteneces a mi corazón.
Acá, porque en otro lugar te puedes lastimar; acá porque en otro lugar no te vas a saciar.
Acá.
Acá, conmigo.
En Mí.
Y Yo en ti.Para siempre.
-Dios
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Cartas de Dios
EspiritualCartas de Aquel que lo dio todo por quien no merecía nada. ¿Puedes imaginarte que alguien tan aparentemente distante conozca tu nombre mucho antes de que tus padres se conocieran? Su mirada va más allá de esta piel y mientras sus ojos navegan tu al...