Te conocí, te forme, te vi.
Sé quién eres.
Sé cómo eres.
Nunca me molestaste, siempre estuve para amarte.
Y aunque no quisiste escucharme, mi deseo siempre fue enseñarte.
Las cargas, los llantos, las oraciones. Dame todo eso.
Caminemos liviano, caminemos sereno.
Porque mi gracia, es gracia, no pueden definirla tus acciones.
Mi amor, es amor.
No pueden definirlo tus decisiones.
No vas a cambiar mi parecer, ni va a ser modificada mi mirada de tu ser.
¿Tengo que decirlo de nuevo? Te conozco. Te conocí.
Mis abrazos no tienen fin.
¿Estuve en la ansiedad, en el miedo, en el rencor, incluso cuando te rendiste?
Si. Dentro tuyo.
Nunca me fui. Estoy de tu lado.
Vuelve, te aparté para mí.
Quién eres, va mucho más allá de lo que piensas de ti.
Yo sé quién eres.
Pregúntame.
Te quiero responder.
-Dios
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Cartas de Dios
SpiritualCartas de Aquel que lo dio todo por quien no merecía nada. ¿Puedes imaginarte que alguien tan aparentemente distante conozca tu nombre mucho antes de que tus padres se conocieran? Su mirada va más allá de esta piel y mientras sus ojos navegan tu al...
