Cartas de Dios

#092

Cuando lo das todo y pierdes igual.

Cuando no entiendes.

Cuando no sabes que responder y cuando respondes mal.

Cuando te sientes demás.

Cuando dudas.

Cuando lloras.

Cuando sientes que no calificas.

Cuando ya no lo quieres intentar.

Cuando ríes por fuera.

Cuando mueres por dentro.

Cuando sientes que tu alma se ahoga y no quieres nadar.

Cuando te arrepientes.

Cuando lamentas.

Cuando no quieres pensar en eso pero piensas igual.

Cuando te escapas.

Cuando sabes que te va hacer mal pero lo haces igual.

Cuando exageras.

Cuando fracasas.

Cuando vuelves a fallar.

Cuando odias.

Cuando extrañas lo que no quieres extrañar.

Cuando no te animas.

Cuando escribes pero borras.

Cuando te alejas.

Cuando te acercas demasiado.

Cuando esquivas.

Cuando buscas.

Cuando dejas de buscar.

Cuando eres víctima de la inestabilidad.

Cuando lastimas.

Cuando no quieres preguntar.

Cuando no lo quieres contar.

Cuando te dejas lastimar.

Cuando te cansas.

Cuando tienes miedo.

Cuando no quieres escuchar.

Cuando miras para atrás.

Cuando te desenfocas.

Cuando te entregas.

Cuando no te sale como pensabas.

Cuando tropiezas.

Cuando no paras de maquinar.

Cuando no puedes soltar.

Cuando esperas.

Cuando te desanimas.

Cuando tardas.

Cuando desesperas.

Cuando te enojas.

Cuando te preocupas.

Cuando te cuesta perdonar.

Cuando desconfías.

Cuando confías demás.

Cuando vuelas y no quieres bajar.

Cuando ya ni siquiera quieres soñar.

Cuando te cuesta amar.

Cuando te apagas y te debilitas.

Cuando respiras pero ya no lo disfrutas.

Cuando no valoras.

Cuando no te das cuenta y cuando subestimas.

Cuando te cierras.

Cuando tienes que ir y te quedas.

Cuando caminas despacio para no llegar más.

Cuando no te importa tanto.

Cuando buscas agradar.

Cuando piensas en lo que van a pensar.

En fin... bien o mal, los días son para vivirlos.

Tienes que saber que siempre estás aprendiendo.

No te preocupes, no estás mal. Simplemente es que estás viviendo, simplemente es que hay gracia y estás aprendiendo.

Yo soy el maestro detrás de cada lección. Nunca voy a juzgarte, pero voy a enseñarte.

No me importa si estás preparado, lo que me importa es que no te rindas.

-Dios