Una vez Él te amó
fue para siempre.
Una vez te perdonó,
eternamente.
Tus errores
no tienen poder
para interrumpir
su gracia.
Tus fallas
son temporales,
pero su amor
no tiene fin.
Nunca lo temporal
podrá superar a lo eterno.
Conoció tus pasos
antes de que pidieras perdón.
Escuchó tus lamentos
antes de que tuvieras voz.
Él es,
el que te pensó.
Todos tus días,
reposan en sus manos.
Y en cada uno de ellos
hay una oportunidad.
Donde la misericordia llama
entre frescura y renuevo
de un amanecer,
a todos aquellos
que tengan oídos
a empezar de nuevo.
No lo tomaste
por sorpresa.
Nada cambió en su corazón.
Su paciencia sigue intacta.
Es el mismo Dios,
mismo amor,
misma gracia.
mismo perdón.
No arruinaste nada.
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Cartas de Dios
SpiritualCartas de Aquel que lo dio todo por quien no merecía nada. ¿Puedes imaginarte que alguien tan aparentemente distante conozca tu nombre mucho antes de que tus padres se conocieran? Su mirada va más allá de esta piel y mientras sus ojos navegan tu al...
