Yo soy,
Dios quien aún escucha,
Dios quien aún responde,
Dios quien aún sana,
Dios quien aún perdona,
Dios quien aún lidera,
Dios quien aún dirige,
Dios quien aún se preocupa,
Dios quien aún ama.
Te escucho y sonrió.
Te espero, no tengo apuro.
Te pregunto, me alegro.
Te hablo, te cuido.
Reímos juntos, después hacemos silencio.
Desde que empieza el día, hasta que termina. Disfruto esto. No me canso.
Creo en ti. Eres mi arte.
Soy bueno aún cuando tu corazón duele; cuando las preguntas son pesadas; cuando no entiendes; cuando la respuesta parece que nunca va a llegar.
Mi bondad no se basa en tus circunstancias, sino en mi carácter inmutable de quién soy yo.
Siempre puedes apoyarte en mi amor constante y en mi cuidado. Incluso cuando tu mundo parece estar fuera de control, puedes descansar en mi verdad inigualable: soy bueno, y seguiré siendo bueno incluso cuando la vida no lo es.
Soy más grande que todas las cosas, yo sostengo cada momento de tu vida en mis manos, y siempre glorifico mi nombre en tus circunstancias.
Haz tus cosas tranquilo/a, mi rutina es amarte.
-Dios
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Cartas de Dios
SpiritualCartas de Aquel que lo dio todo por quien no merecía nada. ¿Puedes imaginarte que alguien tan aparentemente distante conozca tu nombre mucho antes de que tus padres se conocieran? Su mirada va más allá de esta piel y mientras sus ojos navegan tu al...