No necesito castigar a las personas por haber pecado. El pecado lleva en sí mismo su castigo, al devorarte por adentro. Castigar no es mi propósito; curar es mi alegría.
Toma un respiro y refréscate en mí, pues tu alma quiero hacer descansar.
Ya no luches más, hoy en mis brazos vas a estar y tu sed saciaré.
No cargues más lo que no te pertenece, no cargues más con tu pasado, con tus problemas, con tus inseguridades, con tus errores.
La lista puede ser grande y la carga incargable pero mi amor por ti es más grande y fuerte que lo que podrás algún día comprender.
Puedo el universo entero con mi boca crear y a través de el mi inconmensurable majestad mostrar.
Mira hoy hacía el cielo, pues te digo: ni las galaxias más extensas llevaron tanto empeño como contigo.
Los secretos del universo no los oculté en el negro espacio, se encuentran en tu corazón: mi habitación y palacio.
Escucha a tu creador hijo/a mío/a, eres tú los ojos con los que mi creación fotografío.
Disfruta del paraíso que temporalmente llamas hogar, pues muchos de mis misterios aún vas a desenterrar.
Esta bien, no te hablaré con una complicada indirecta. Te diré cuanto a mi respecta, tú eres mi creación perfecta.
Mírame a los ojos, sé cómo te sientes y hoy vengo amablemente a decirte que puedes descansar en mí, pero antes debes soltar todo y dejarte llevar en mí.
-Dios
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Cartas de Dios
SpiritualCartas de Aquel que lo dio todo por quien no merecía nada. ¿Puedes imaginarte que alguien tan aparentemente distante conozca tu nombre mucho antes de que tus padres se conocieran? Su mirada va más allá de esta piel y mientras sus ojos navegan tu al...