Me tienes a mí.
Cuando tienes miedo.
Cuando te quedas sin fuerzas.
Cuando sientes que ya es suficiente.
Cuando te aturde la frustración.
Cuando tu estómago se llena de nervios y tu pecho de ansiedad.
Cuando escuchas lo último que querías escuchar.
Cuando te sorprende la duda.
Cuando te asalta la angustia.
Cuando piensas que eres libre pero sigues escuchando ruidos de cadenas.
Cuando piensas que no sabes si lo hiciste tan bien.
Cuando te acuerdas que no puedes solo/a.
Cuando ya te duelen los huesos de tanto resistir.
Cuando te traicionan (otra vez) y vuelve la decepción.
Cuando hay mucha gente pero te sientes solo/a.
Cuando tus pulmones se llenan de nostalgia.
Cuando no todo sale como lo pensabas.
Cuando no hay nada que puedas hacer.
Me tienes a mí, nos tenemos el uno al otro.
Y eso es suficiente.
-Dios
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Cartas de Dios
SpiritualCartas de Aquel que lo dio todo por quien no merecía nada. ¿Puedes imaginarte que alguien tan aparentemente distante conozca tu nombre mucho antes de que tus padres se conocieran? Su mirada va más allá de esta piel y mientras sus ojos navegan tu al...
