Deja de preocuparte por cómo te sientes.
¿Mentiste?
¿Hiciste trampa?
¿Codiciaste?
¿Robaste?
¿Odiaste?
¿Te masturbaste?
¿Mataste?
¿Manipulaste?
¿Rechazaste o ignoraste?
¿Tuviste un mal pensamiento?
¿Deseaste mal?
¿Tienes rencor?
¿No perdonaste?
Pecaste.
Yo no quiero sólo la mitad de tu corazón.
Yo no quiero que me hables sólo cuando estás en el estado de ánimo para hacerlo.
Yo quiero TODO de ti.
Yo te quiero cuando estás libre de pecado y cuando estás lleno de él.
Yo te quiero en los días que estás fuerte y en los días en que estás débil.
Yo no quiero sólo tus partes bellas, yo quiero TODO.
Deja de permanecer en excusas.
Deja de escuchar al diablo.
Deja de pensar que no puedes venir a mí porque te sientes demasiado sucio/a, feo/a o indigno/a.
Deja de preocuparte por cómo te sientes, porque no se trata de ti, se trata de correr hacia mí, incluso cuando piensas que no lo puedes hacer.
Ven a mí, incluso si prefieres ocultarte en tu culpabilidad.
No hagas caso a la pereza, la vergüenza y al sentimiento de inferioridad o de estar indigno de ir a pasar algún tiempo con conmigo que morí por cada cosa sucia que piensas que te tiene alejado/a de mí.
¿Leíste mi Palabra hoy?
-Dios
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Cartas de Dios
SpiritualCartas de Aquel que lo dio todo por quien no merecía nada. ¿Puedes imaginarte que alguien tan aparentemente distante conozca tu nombre mucho antes de que tus padres se conocieran? Su mirada va más allá de esta piel y mientras sus ojos navegan tu al...
