Capítulo 44: I love you

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 Cuando golpearon la puerta, entre sueños, Juliana insultó a quién lo hacía. Tenía mucho sueño y necesitaba dormir, su cuerpo se lo pedía a gritos. No tenía idea si había sido el viaje largo o el cambio de horario, pero sentía que necesitaba dormir hasta la tarde, sin embargo, seguían golpeando sin cesar.

            -¡Déjenme dormir! - gritó en español, muy molesta con la situación y tapándose más con el acolchado morado.

            -Juliana, querida, si me insultas en español no es divertido - comentó una voz desde el otro lado de la puerta. La rubia apenas fue consciente de ese comentario, sólo sentía los golpes sin cesar, que no le permitían dormir.

            -¡Por el amor de Jesucristo, déjenme dormir! - volvió a gritar, ya completamente despierta. Correría sangre, pensó, sentándose en la cama y frotándose los ojos.

            -¡Eso sí lo entendí! Al menos la parte de Jesucristo - dijeron con gracia, desde el pasillo.

            -¿Louis? - preguntó confusa Juliana.

            -Sí, querida - supo que estaba sonriendo - quiero saber qué era lo que me decías. Le diré a Liam que me estabas insultando en español, sabes que no es justo.

            -Cállate, no te estaba insultando - le contestó ella, mientras salía de la cama y recibía el frío invernal de Londres. Se desperezó y de nuevo, deseó que la dejaran dormir.

            -¿Puedes abrir la puerta? Esto es un poco raro.

            Juliana se encaminó hacia la puerta, frotándose los ojos y deseando haber traído sus pantuflas.

            -¡El pijama de corazoncitos! - gritó Louis, levantando los brazos y sonriendo, segundos después de que ella le abriera la puerta. No estaba de humor como para aguantar la energía de su amigo tan temprano.

-Dios, te odio - dijo, dejando la puerta abierta, invitándolo a pasar y volvió a la habitación, tirándose en la cama con ganas. Quiero dormir, volvió a pensar.

-Uy, ¿nos levantamos de mal humor? - bromeó el castaño.

-Me levanté escuchándote, ¿qué es lo que eso te dice? - ironizó.

-Le diré a Liam que me estás molestando.

-Le diré a Liam que me estás molestando - repitió ella haciéndole burlas.

-Eres horrible - atacó él.

-También tú. ¿Qué haces aquí tan temprano? Quiero dormir - le espetó levantando la cara del colchón y mirándolo. Louis rió y ella quiso golpearlo con el colorido florero.

-Grabaremos hoy, ¿recuerdas? - contestó con tranquilidad y Juliana odió eso, como si no le afectase su mal humor. No tenía idea cómo hacía Eloise para soportarlo.

-De acuerdo, ya estoy despierta - sentenció ella, con una sonrisa tirante - ¿cuánto tiempo tenemos?

-Una hora, supongo.

-Bien, dame veinte minutos mientras me baño y como algo,  entonces podremos irnos - comentó con decisión. No quedaba otra que empezar el día, pensó antes de levantarse.

Se dirigió al armario y sacó varias prendas, antes de meterse al baño. El agua caliente contra su cuerpo la relajó lo suficiente como para encarar el día con cierta alegría y le quitó el frío. Además, pensó mientras se enjuagaba, vería a Niall y aquello bastó para que saliera de la ducha con una amplia sonrisa. Se puso el mismo jean que traía el día anterior, una polera roja y botas negras, a juego con su abrigo. No se lavó el pelo porque, en definitiva lo había hecho el día anterior y porque de hacerlo, debería secárselo y no solía quedarle bien, prefería el sacado natural. De ninguna manera saldría al invierno londinense con el cabello mojado.

Preguntando se llega a One directionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora