Preguntando se llega a One direction

Capítulo 40: Lo siento, no puedo

 Niall se estuvo disculpando durante un par de días porque no había podido estar junto a ella en el velatorio y juraba una y otra vez que hubiese dado cualquier cosa por estar ahí. Juliana lo entendía, realmente lo hacía y no podía reclamarle nada. Él sí había estado ahí, a la distancia, pero lo había hecho y  la rubia lo valoraba muchísimo. En cuanto a Zayn abandonó la casa de sus tíos, la rubia llamó al irlandés que, dada la situación, atendió de inmediato.

                -¿Qué pasó, cariño? ¿Estás bien? - las lágrimas corrían por sus mejillas. De alguna forma, con Zayn también se había ido su abuela y el peso de esa afirmación cayó sobre ella.

                -Zayn se acaba de ir.

                -¿ZAYN? ¿Zayn, nuestro Zayn? - preguntó completamente anonadado.

                -Sí, DJ Malik, Zayn.

                -¿Qué hacía ahí? - el desconcierto en su voz era asombroso.

                -Vino desde Los Ángeles cuando se enteró. Fueron un par de horas, nada más - aclaró.

                -¿Estás segura? Porque nos dijeron que el avión se había atrasado - rebatió convencido.

                -Sí, él dijo eso para poder venir. Se fue hace un ratito, y demorará en llegar, así que si puedes cubrirlo, mejor - pidió con amabilidad.

                -Wow, no puedo creer que haya hecho eso.

                -Eso mismo dije yo, pero me contestó que los amigos hacían locuras por otros amigos.

                -No puedo creerlo, pero me alegra mucho que haya estado ahí para ti.

                -Sé que hubieses estado de haber podido, de verdad que lo sé.

                -Juro que te daría un abrazo ahora mismo.

                -Falta poco, Niall.

                Sus amigos no eran buenos sólo con ella, sino que también lo eran entre ellos y de inmediato los cuatro se replegaron para cubrir a Zayn. Los productores, que no eran tontos, se enteraron de que no había habido ningún retraso con el vuelo, pero no pudieron averiguar el motivo de la ausencia del morocho ni comprobar dónde había estado durante esas horas. Afortunadamente, Uruguay era un país chico y discreto y nadie había podido fotografiarlo. Juliana agradecía eso. Su amigo había tenido que aguantar un buen reto y, tal como él mismo había dicho, pagar una cuantiosa multa.

                La situación en su casa estuvo extraña durante un par de días, pero el ritmo de la vida cotidiana los arrastró hacia la normalidad. Al menos a ella y a su madre, pero Álvaro había sufrido  mucho con la muerte de su madre y Juliana sospechaba que su duelo iba a ser lento y duro para él; de modo que las mujeres de la casa intentaron ponerle el camino fácil y no presionarlo.

Lo cierto es que la proximidad de los exámenes la obligó a enfocarse en sus estudios. Terminó por aceptar que no podía ver a Niall por un tiempo mayor al que había pensado en un principio, al comprobar que tenía tres exámenes para dar y las fechas no ayudaban para nada.

               

Es imposible, Harry. Tengo el examen de Historia de la educación el 7, el de Historiografía el 25 y el de Historia moderna el 29 de diciembre. En serio, es imposible que pueda ir.