Capítulo 42: Un avión a Londres

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Juliana se levantó la mañana de Navidad con el corazón contento, feliz de haber estado en familia y de haber recibido regalos tan bonitos. Lo que más la tenía extasiada, para ceñirse a sus sentimientos, era el regalo de Niall, no por la pulsera misma, no por su costo, sino por lo que significaba. Sabía que él la amaba, lo demostraba con la frase grabada en la plata, era una invitación a una relación, a estar juntos, a disfrutar su amor. Nunca se hubiese esperado un regalo con tanto esmero y significado de su parte, pero lo cierto era que no pensaba sacársela nunca.

            Sonrió al ir a desayunar, aprovechando la oportunidad de disfrutar de la primera comida del día en familia. Solo se sentaban los tres a la mesa a cenar, en la vorágine de la semana, de modo que un tranquilo desayuno en grupo era de lo más atípico y Juliana lo disfrutó mucho, deseando poder compartir más tiempo con sus padres. 

            -¿Cómo vas con el examen? - le preguntó su padre, mientras cebaba mate.

            -Es Navidad, papi, ¿es necesario nombrar esa palabrita? - contestó irónica.

            -¿Cuál palabra? ¿Examen?, ¿examen?, ¿examen? - se burló.

            -¡Mamá!

            -Niños - quiso tranquilizarlos Lourdes casi con desgano. Ambos sonrieron.

            -¿Te gustó mi regalo, pa? - Juliana se había esmerado, haciendo un línea de tiempo fotográfica, que partía del nacimiento de su padre, con varias fotos de la abuela Coca embarazada, sosteniéndolo en brazos, fotos de su primer cumpleaños, de su comunión, la graduación, el casamiento con Lourdes, el embarazo de ella, el nacimiento de su única nieta mujer, el primer cumpleaños hasta la última foto que tenían los dos con la abuela Coca.

            -Me encantó - y sonrió con paz, casi aceptando la muerte de su madre y viviéndolo con alegría.

            -¿Cuándo te vas a Londres? - le preguntó su madre, interesada. Lourdes nunca había visto a su hija tan feliz y estaba convencida que los cinco europeos tenían relación directa con el cambio. Pensó con gracia que debería agradecérselo a Louis en la próxima llamada.

            -El casamiento es el siete, supongo que me iré un par de días antes. No sé, tengo que hablar con Zayn - comentó, haciendo nota mental para hablarlo luego de su examen.

            -¿Ya compraste el vestido? - le preguntó su madre, mientras Juliana tomaba su medicación.

            -¿Es joda? Te lo mostré en cuanto lo traje a casa.

            -¿Es escotado? Espero que no - comentó su padre, bromeando. Nunca había sido celoso, pero le gustaba pensar que sí lo era.

            -¿Escotado? Tengo toda la espalda al aire - ironizó con gracia.

            Los días de Navidad solían pasarlos en la casa de la abuela Coca, pero este año la familia inauguraba una nueva tradición, yendo a la casa de su tío Daniel. Ya muerta la abuela, habían decidido que no tenía sentido conservar la casa y terminaron por venderla, a pesar de que allí residían millones de recuerdos. Antes de subirse al auto, Juliana tomó el celular y escribió:

Feliz Navidad para todos los que lo celebran a Él. Feliz cumpleaños a @Louis_Tomlinson Qué se siente ser más viejo, Tommo?

 

            De inmediato le escribió al whatsapp:

 

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