Capítulo 27: No sé bailar

157 11 0
                                    

Juliana se despertó sobresaltada y asustada a las tres de la mañana cuando un fuerte trueno sacudió la casa. De inmediato supo que iba a ser una noche larga, en la que no podría dormir. Era tonto y lo sabía, pero le tenía terror a las tormentas. Uruguay era un país de clima templado, en donde los inviernos eran fríos y los veranos calientes pero dentro de los estándares aceptables. No solían haber grandes tormentas, pero en el 2005 hubo una particularmente fuerte, al punto que se la comparó con un ciclón. Juliana tenía 12 años y a partir de entonces les tenía terror.

Estuvo tendida sobre su espalda diez minutos, mirando el techo tratando de mantenerse despierta para estar alerta. Dios, odio las tormentas, pensó. Justo entonces un trueno sonó con propiedad y se escuchó con claridad el sonido de un rayo no demasiado lejos de la cuadra. Sus labios comenzaron a temblar.

En cuanto el próximo trueno sonó, Juliana decidió ir hasta el cuarto de Niall. Sabía que era infantil, pero ciertamente no tenía la entereza para pasar semejante tormenta sola. Necesitaba distraerse. Esperaba que el irlandés no se tomara mal la interrupción a su habitación. En otras circunstancias se sentiría avergonzada por pensar en entrar al cuarto de un hombre, pero en la situación en la que estaba sólo buscaba compañía para entretenerse y que la mantuviera despierta.

No tenía idea cómo había llegado a la misma habitación de invitados, ni tampoco porqué tenía puesto un short de Niall. Supuso que él la había subido en brazos, lo que la avergonzó de sólo pensarlo, pero no tenía idea cómo había sucedido lo segundo. ¿Niall le había desvestido? ¿Niall la había visto en ropa interior? Se paralizó antes de llegar a la puerta, no estaba segura de querer verlo si él había hecho semejante cosa. Pensó que probablemente, siendo él tan lindo, lo había hecho pensando en su comodidad y que no había mirado al hacerlo, pero aún así se le hacía raro. Sin embargo, se dirigió raudamente hacia al pasillo en cuanto el próximo trueno sonó.

No tenía idea cuál era la habitación del irlandés, nunca le había dado un tour por la casa y tampoco ella lo había pedido, para ceñirse a los hechos, de modo que le tocó deambular por el pasillo. Por fortuna, encontró una puerta que emitía un débil rayo de luz por debajo y supuso de inmediato que se trataba de la televisión encendida. Esperaba que Niall estuviese despierto, no creía poder estar sola mucho más tiempo. Golpeó con suavidad la puerta y, al no escuchar respuesta, la abrió despacio y asomó la cabeza.

-Niall, ¿estás despierto? - el irlandés estaba recostado sobre las almohadas, mirando fijamente la televisión. A pesar de la poca luz, Juliana pudo observar su pecho desnudo y aunque avergonzada, decidió que la compañía era más importante.

-¿Juliana? ¿Qué haces? - se sentó por completo.

-Pensé que estabas dormido, como no contestaste nada cuando golpeé - le dijo tímida.

-No escuché, ¿qué pasa? ¿Tampoco puedes dormir?

-Sé que es un cliché que la chica se deslice a la habitación del chico en plena tormenta buscando compañía, pero realmente le tengo terror a las tormentas y no quiero estar sola - habló de forma atropellada y por un momento pensó que Niall no le había entendido ni una palabra, hasta que él palmeó el lado de la cama vacío, invitándola a unírsele.

Juliana recorrió los metros que había de la puerta  a la cama corriendo y saltó sobre ésta última con una agilidad poco común. Niall la miró divertido desde el lado derecho y Juliana se sonrojó. Si compartir desayuno era íntimo, compartir cama lo era mucho más a niveles muy elevados. El color en sus mejillas se acrecentó y agradeció la poca iluminación.

-¿No podías dormir? - le preguntó con una sonrisa tímida. Supuso que tampoco él solía compartir cama. La visión de su pecho desnudo y el vello en él, la desconcentró por un minuto.

Preguntando se llega a One directionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora