Por lo que Juliana sabía, la gira iba de maravilla. Europa siempre los recibía con los brazos abiertos y ellos estaban profundamente agradecidos por aquello y se podía notar en el entusiasmo que emitían al hablar sobre los conciertos, o los recibimientos hechos por sus fans. Por supuesto, así como habían encontrado intensas a las argentinas, también lo eran las europeas, por lo que no podían salir demasiado de los hoteles porque todo se convertía en un caos excesivo. Juliana suponía que la situación no les gustaba a los muchachos, pero ella hacía que su desgracia se convirtiera en su felicidad, porque significaba que tenían el suficiente tiempo libre como para escribirle.
Solía hablar con alguno de ellos al menos una vez al día. A veces eran apenas unas pocas palabras, simplemente intercambio de opiniones sobre el último escándalo o inquietudes sobre una película, porque ellos vivían entre entrevistas y shows y Juliana estaba en una época compleja del año, donde prácticamente estudiaba las veinticuatro horas del día. Cuando tenía más suerte, en aquellos breves recesos que se tomaba entre libro y libro, aprovechaba y hablaba más explayadamente con alguno de ellos. Quería creer que se estaban convirtiendo en amigos.
Tras aquel regalo ideado para levantarle el ánimo, y cuando pudo recuperarse de la carcajada, Juliana corrió a agradecerles, como solía hacer siempre. Sonrió pensando en aquel día.
Por alguna razón que solo Dios conoce @NiallOfficial @Harry_Styles @Real_Liam_Payne @zaynmalik @Louis_Tomlinson son las personas más tontas que conozco! Gracias por eso, chicos! Ustedes sí saben levantarle el ánimo a una mujer!
Había escrito. Por supuesto, en el momento no fue plenamente consciente de lo que estaba haciendo. Probablemente, pensó después, debería reflexionar lo que escribía en twitter antes de hacerlo por mero impulso y olvidar que otras millones de almas lo verían. Lo cierto es que la red social en cuestión volvió a revolucionarse en torno a su persona, solo que en esta oportunidad decidió contestar las preguntas de las fanáticas. Total, se dijo, ya me conocen, no tengo nada que ocultar y lo que escribí no es nada malo ni con doble intención. En cuanto los primeros tweets con las preguntas de las fans llegaron, ella contestó con sinceridad: estaba un poco melancólica y los chicos me enviaron un regalo para levantarme el ánimo. La mayoría de las fans, afortunadamente, recibieron la información como un exclusivo gesto de ternura de los chicos y los amaron aún más por tratar de ayudarla. Harry le había comentado que aquella había sido una jugada muy astuta.
A principio de Junio le sacaron los puntos del brazo, lo que le venía de maravillas porque a mediados del mismo mes comenzaban sus parciales y quería estar apta y en condiciones para hacerlos. Había estudiado tanto que se sintieron como un tranquilo y breve paseo por la playa, afortunadamente. Tenía que esperar los resultados, que probablemente estuviesen luego de las vacaciones de invierno, pero sabía que le había ido bien. Había tenido unos pequeños problemas con una pregunta en Historia de la educación, pero no creía que fuese lo suficientemente importante como para que le quitaran demasiados puntos. Estaba confiada en su capacidad y las horas de estudio sufridas.
Las clases en el liceo seguían siendo tan calmadas como solían ser. Había dado ya la unidad entera del programa, tal como exigía la reglamentación a los practicantes, y estaba bastante contenta con los resultados. Los alumnos parecían haber entendido y participaban con fluidez, lo que daba la pauta de que estaban atentos al desarrollo de la clase. Le tocaba ahora preparar la evaluación, así aprovechaba el receso de invierno, que era las próximas dos semanas, para corregirlas.
Estaba ideando la estructura en la biblioteca de la facultad, cuando le sonó el celular. Por el modo de vibrar, sabía que era un mensaje en twitter. Se figuró enseguida quién sería. Los chicos estaban en Milán y por lo que sabía de ellos mismo, y lo que leía, la estaban pasando estupendamente bien. Incluso se los había visto ir a un boliche, decisión que no le había gustado mucho a Paul. Algunos blogs los tomaron como irresponsables, pero Juliana comprendió cuando Louis se lo contó, a los pocos días de lo ocurrido. Liam había tenido una pequeña pelea con Sophia, al parecer aún no había sido capaz de tener esa deseada conversación cara a cara que tanto se hacía esperar, y sus amigos decidieron sacarlo del encierro del hotel para que se distrajera. Juliana no solo lo entendía sino que lo consideraba un gesto muy lindo, pero comprendía que darlo a conocer sería una declaración pública sobre los problemas de pareja de Liam y que aquello no sería adecuado. Por momentos, la abrumaba la confianza que depositaban en ella, incluso cuando hubo que darle consejos al muchacho o consolarlo.
ESTÁS LEYENDO
Preguntando se llega a One direction
FanfictionUna fan cualquiera, en el tumulto de un hotel cualquiera, interrumpe una acalorada discusión que, por fortuna, la catapulta directamente a una divertida entrevista con One direction. Al levantarse aquella mañana no esperaba semejantes acontecimiento...