Se sintió físicamente enferma cuando el mensaje llegó. Niall le acababa de avisar que estaba ya en su casa y que, por tanto, ella podía ir hacia allí. Las náuseas se arremolinaban en la boca de su estómago y pensó son sinceridad que vomitaría más que sus pensamientos. Se tomó el tiempo para respirar profundamente y calmarse, porque de lo contrario, estaba segura, todo resultaría aún peor.
No tenía idea si era un error suyo en la percepción del tiempo, pero el taxi había llegado más rápido al destino de lo que había pensado en un momento. Parecieron apenas unos minutos y cuando salió de él, Juliana supo que no estaba preparada para hacer aquello. Quiso acuclillarse en la entrada de la casa sólo para calmar las náuseas, pero supo que se vería raro si lo hiciera. Aquello era como ir voluntariamente al matadero. Juliana estaba segura de que no sería la misma mujer cuando saliera de ahí.
Tocar el timbre se sintió como una patada en el estómago y por un segundo la rubia pensó que vomitaría ahí mismo. Le sudaban las manos y, por más que no estaba para nada convencida de lo que haría, tenía que hacerlo. Lo había analizado mucho y creía que sería lo mejor para los dos. Niall sería un hombre libre y sin ataduras, para que hiciera lo que deseara en la gira y ella no sufriría la distancia en la soledad de Montevideo. Parecía razonable, pero era doloroso siquiera decirlo en voz alta.
Verlo fue como si le echasen sal a una herida que aún no cerraba. Dolió mucho y ardió en las bordes, pero aún así, supo que tenía que hacerlo. Dolía su sonrisa resplandeciente, que ignoraba todo lo que pasaba por su cabeza. Dolía el brillo en sus ojos y dolía la forma en que su cuerpo respondía ante su contacto.
-Bebé - la emoción de su voz sólo agregó unos cuantos granos de sal a la herida. Se lo veía feliz y Juliana se planteó por un segundo si quería ser quien destruyera aquella felicidad. Es lo mejor para los dos, se recordó.
-¿Cómo estás? - no tenía idea cómo había hecho para emitir sonido entre los nervios que sentía, pero aún así preguntó al entrar a la casa.
-Emocionado, emocionado - y comenzó un breve balbuceo sobre la filmación del video, que Juliana no entendió.
Niall se sentó con despreocupación en el sillón, mientras que Juliana, por el contrario, lo hizo con rigidez. Jesucristo, ayúdame, pensó con ahínco.
-Me tendrías que haber visto - exclamó, emocionado - la adrenalina de conducir un auto tan rápido fue espectacular. Y coger la curva a esa velocidad - y suspiró, extasiado. Al parecer, Ben se había tomado muy en serio el título de la canción y los estaba haciendo hacer cosas salvajes a cada uno, para ejemplificar que realmente así vivían. Era una buena idea, pensó la rubia en la nebulosa en la que se encontraba, fundamentalmente porque era bien distinto a los videos anteriores.
-No me di cuenta de haberte invitado - soltó el irlandés con despreocupación. Aquello le sentó como un balde de agua fría. Ni siquiera reparó en mí, pensó aturdida. Necesitaba salir de allí.
-Oh - soltó, sin saber realmente qué decir.
-De todas formas, había mucha gente. Te hubieras aburrido - no sabía si le gustaba que diera por sentado que se aburriría.
-Supongo que no lo sabremos - dijo.
-¿Estás enojada? - preguntó él con cautela. Enojada no era precisamente lo que le sucedía, pensó con cierta ironía. Estaba emocionalmente destrozada, que era otra cosa.
-No, no exactamente - contestó con sinceridad.
-Genial - y compuso su brillante sonrisa como si nada hubiese pasado. No le gustaba su actitud. Se sentía como si estuviese barriendo bajo la alfombra y no era la forma en que ella encaraba la vida. A Juliana siempre le había gustado enfrentarse con honestidad con los problemas y pensaba decirle lo que le sucedía - ¿quieres comer algo? - se lo veía muy chispeante y por un segundo, quiso golpearlo.
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Preguntando se llega a One direction
Hayran KurguUna fan cualquiera, en el tumulto de un hotel cualquiera, interrumpe una acalorada discusión que, por fortuna, la catapulta directamente a una divertida entrevista con One direction. Al levantarse aquella mañana no esperaba semejantes acontecimiento...