Si Juliana pensaba recibir un trato especial estaba muy equivocada. La asamblea estudiantil del lunes había votado el levantamiento de la ocupación y, tras el paso del escribano por el instituto para constatar que todo el inventario se encontrara en el lugar, las clases se reanudaron con normalidad el martes. Se sintió sapo de otro pozo por un par de días, sin todavía poder volver a la rutina, aún presa de la vorágine que había supuesto convivir con cinco famosos cantantes mundialmente conocidos. Si pensaba que iba a recibir un trato especial por ello, estaba muy equivocada. Sólo pocos sabían que había viajado a Londres y que aún mantenía una relación con los británicos, y sólo quien quiería buscar podía encontrar la conexión. Pensó con ironía tras salir de su última clase del martes que la fama se le había subido a la cabeza. En la facultad, en Montevideo, Uruguay, solo era Juliana y pasaba desapercibida para todo el mundo. Volvió a sentirse cómoda consigo misma cuando ya no miró por encima de su hombro en busca de insistentes paparazzis.
Sumergirse en la rutina supuso enfocar su mente al cien por cien en los cursos académicos y los inminentes parciales, que comenzaban el jueves. Sin embargo, no podía evitar, cuando llegaba a su casa, pensar en Niall. El irlandés no le hablaba hacía semana y media y Juliana comenzaba a pensar que la situación no tendría retorno. Había tratado de hablar con él, pero no contestaba mensajes de texto, ni whatsapp, ni twitter y no podía hacer una llamada porque costaba más de lo que podía pagar. Lo cierto es que Niall Horan la estaba ignorando y Zayn así se lo había dicho, sin medias tintas.
Está herido.
También yo lo estoy, sabes? Me trató muy mal y soy yo quien debe estar ofendida.
Está dolido.
Que lo disfrute, por no dejarme explicar.
Después de tres días de silencio, Juliana comenzó a enojarse con su actitud y, actualmente, lejos de sentir pena estaba enojada. Sus celos eran muy infundados y le molestaba profundamente la falta de confianza. Además, él la conocía, debería conocerla, debería saber que nunca lo traicionaría. Él debería saber que le costaba mucho abrirse con un hombre, pero lo había hecho con él, ¿cierto? ¿Acaso eso no le importaba? ¿Eso no le decía algo fundamental? Estaba molesta.
Hay algo que no me contaste, verdad?
Desde cuando sos tan perceptivo?
Desde que me di la oportunidad de serlo.
Eso sonó tan extremadamente filosófico.
Y? No me vas a contar?
No tienes un concierto al que ir?
Ni siquiera estoy en el estadio.
En dónde estás?
En el hotel, en el gimnasio, viendo como Liam boxea.
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Preguntando se llega a One direction
FanfictionUna fan cualquiera, en el tumulto de un hotel cualquiera, interrumpe una acalorada discusión que, por fortuna, la catapulta directamente a una divertida entrevista con One direction. Al levantarse aquella mañana no esperaba semejantes acontecimiento...