Preguntando se llega a One direction

Capítulo 26: Twitcam

Juliana casi tiene un severo ataque de risa cuando, cerca de las seis de la tarde, leyó el tweet.

Estás preciosa @Julianna

               

Se dividía entre las ganas de matarlo y las ganas de insultarlo, pero optó por una tercera. Sonrió.

 

Lo sé @Sebas1992

 

                Aquello probablemente hablaba muy mal de su vanidad, pero no se le ocurría otra cosa ingeniosa para decirle al imbécil de su ex novio. Para ella estaba claro que, ahora que era conocida y que se la había visto con cinco hombres atractivos y famosos, Sebastián tenía consciencia de lo que se había perdido y pretendía recuperarlo. Juliana era más inteligente que eso y había aprendido a no cometer los mismos errores. Por supuesto, él no contestó y eso sonó como un triunfo para ella. Sonrió.

                Cuando faltaban diez minutos para las siete de la tarde, Juliana se calzó las sandalias negras, agarró su cartera y se dirigió hacia el ascensor. Niall la había llamado hacía poco para comentarle que el equipo de seguridad de One direction había ideado un plan de contención de los periodistas y un plan de escape, por si hiciera falta. Estaba bastante segura que aún habría fotógrafos en la puerta, así que con timidez llevó a cabo el plan de escape, que consistía salir por la puerta trasera del hotel. Le avisó al gerente que ese sería su accionar y que necesitaría un taxi.

                A los cinco minutos estaba ya en las calles de Londres, habiendo salido del hotel sin ningún tipo de problema. Tomó nota mental de agradecer al equipo de seguridad. Afortunadamente, las calles no estaban abarrotadas y llegó a la casa de Niall con más rapidez de lo que tenía pensado. El irlandés se sorprendió al verla.

                -¡Juli, qué temprano! - le dio un abrazo y la invitó a pasar.

                -Es que el taxi vino rapidísimo.

                -Siento no haberte ido a buscar - aunque de espaldas caminando por el pasillo, Juliana juraría que, por su voz, Niall estaba con culpa - Ben Winston y su esposa se acaban de ir hace diez minutos.

                -No, está bien, entiendo que no quieres que te vean conmigo. ¿Es eso, verdad? ¿Es porque soy del tercer mundo? ¿Es eso? No, debe ser porque yo soy rubia natural y te mueres de la envidia - bromeó con una sonrisa. Niall carcajeó.

                -¿Tú rubia natural? Por favor, todos sabemos que yo soy el rubio natural - bromeó él. Recién cuando estuvo sentada en el sillón gris Juliana se percató del vestuario de su amigo. Tenía un jean oscuro, una simple remera celeste, iba descalzo y tenía lentes de montura negra. Se veía sexy, pensó. Asimismo se preguntó porqué siempre estaba descalzo.

                -¿Por qué cada vez que vengo estás descalzo? - le preguntó sin poder aguantar la curiosidad.

                -Porque es cómodo - contestó como si la respuesta fuese obvia.

                -¿Cómo quieres hacer esto? - preguntó Juliana sacándose las sandalias y cruzando las piernas sobre el sillón. Tal vez se estaba tomando demasiadas atribuciones, pensó.

                -¿Con esto te refieres al twitcam? - la rubia asintió entre emocionada y extremadamente nerviosa - empezaremos a las ocho. Y como son siete y media, aprovecharé y me daré un rápido baño.