Capítulo 61: Primera vez

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Juliana pasó toma la mañana con Louis, mirando películas sin sentido en el living y jugando playstation. Los dos se encontraban relajados y, aunque su amigo aún estaba notoriamente triste por la pérdida de Eloise, se divirtieron mucho. Era estupendo volver a ser ellos mismos, sin todo el drama de la última semana. Desde que había vuelto a Londres no había tenido un momento a solas con él y le alegró poder tenerlo para sí toda la mañana. Louis siempre sería una persona importante en su vida y siempre habría un espacio para él en su corazón.

-¿Me cocinarás? - le preguntó Lou haciendo ojitos. La rubia se carcajeó.

-¿No era que mi comida era gourmet?

-Sí y muy deliciosa que es - contestó de inmediato. Lo obligó a ayudarla y aunque se resistió en un principio, se incorporó a la dinámica del trabajo de equipo con rapidez, mientras cantaban canciones de Bee Gees, lo cual había sido muy extraño.

-¿Sabes lo que pienso? - soltó Juliana mientras almorzaban pasta a la boloñesa.

-¿Qué me deberías cocinar más seguido? Sí, yo también lo pienso - contestó de inmediato Louis en aquel tono de voz tan distendido que le encantaba. Se parecía mucho más al Louis que conocía, al bromista y sonriente.

-No, no abuses, Tommo.

-De acuerdo - cedió - ¿en qué pensabas?

-Que si tanto la amas, deberías reconquistarla. Hacerle saber que pasar por la prensa y la presión de las fans vale la pena, porque eres un hombre extraordinario. Deberías ir por ella, tigre - explicó entusiasmada. Estaba claro que se habían distanciado por falta de comunicación, no por falta de amor. Todavía recordaba el brillo en los ojos de Eloise mientras bailaban el vals en el casamiento de Zayn, o cómo Louis le había confesado que la amaba conversando en whatsapp.

-No ahora, Juliana, no ahora - respondió el castaño, después de una larga pausa. Estaba dolido, pero Juliana juraría que se iba a dar a sí mismo una segunda oportunidad. Necesitaba tiempo, pero se notaba el amor que le tenía a Eloise, por lo que trataría de reconquistarla. Estaba segura.

-¿Te llevo? - le preguntó él, después de que comieron y lavaron los platos sucios.

-Linda forma de echarme, Louis - bromeó, fingiendo seriedad. Sin embargo, él la conocía suficiente como para entrever la sonrisa en sus ojos.

-Lo siento, pero tuve que soportarte toda la mañana, ¿recuerdas? Es tiempo que te vayas - su tono de voz era relajado y Juliana quiso abrazarlo, por ser un hombre tan estupendo y mantener el humor cuando tenía el corazón herido.

-¿Soportarme tú a mí? Yo te tuve que soportar. El deprimido sos tú, ¿recuerdas? - bromeó.

-Eres detestable.

Sin embargo, fue Louis quien tuvo que rogar para llevarla a casa, pero Juliana se mantuvo firme. Quería y suponía que necesitaba una experiencia en el metro londinense y le pareció que ese momento era una buena oportunidad.

-De ninguna manera te irás en metro. No cuando yo te puedo llevar - protestó él, serio, sin atisbo de risa.

-Obsérvame.

Su amigo terminó por darse cuenta, tras un intercambio de ideas largo y sin sentido, que no podría con la tozudez de Juliana, por lo que admitió dejarla ir, siempre y cuando reportara su llegada al hotel.

Juliana estaba alucinada. Todo estaba limpio y nadie se atropellaba entre sí. Nada que ver con la imagen que tenía en su cabeza, probablemente influenciada por las películas americanas y su experiencia en el subte de Buenos Aires. Como todo lo que sucedía en Londres, el metro estaba en perfectas condiciones, e iba increíblemente rápido.

Preguntando se llega a One directionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora