España había sido una locura sin igual y Juliana todavía sentía los resabios de tanta actividad en su cuerpo cuando volvieron a Londres, una semana después de la partida. Luego de Madrid, viajaron hasta Barcelona y desafortunadamente, también allí la obligaron a cantar. No en un estadio, gracias a Dios, agradecía después, pero sí en un programa de televisión. La uruguaya no tenía claro cuál de los dos era peor.
Su twitter había tenido un rápido subidón de seguidores y de pronto, parecía que era la mujer del mundo de la música. Lo que era francamente horrible, a su parecer. Le llegaban comentarios de todas partes del mundo. La mayoría eran halagos para con su voz, su carisma o la suerte que tenía por compartir su vida con One direction, lo cual era verdad, pero no estaba particularmente feliz con tanta atención. Siempre había sido una mujer tranquila, a la que le gustaba pasar desapercibida y que sólo soportaba ser el foco de atención en un salón de clases. De modo que recibir atención de lugares que ni siquiera sabía que existían, era completamente desconcertante.
Le había negado la palabra a cualquiera de los cinco después del incidente del Estadio y utilizaba a Sophia, Louise o cualquiera de los guardaespaldas, a los cuales divertía mucho la situación, para pedirles o decirles algo a sus amigos. De inmediato ellos se dieron cuenta que estaba muy enojada y rápidamente comenzaron las estrategias para disculparse. En la propia cena de esa noche, Louis le corrió la silla para que ella se sentara, Harry le sirvió agua cada vez que su copa se encontraba vacía, Zayn le ofreció la mano para subir a la camioneta tras la cena y Liam al bajar. Niall fue más directo:
-Lo siento, Juliana - soltó en el ascensor, mientras todos subían a sus habitaciones. Por fortuna, Dan era una buena distracción y la rubia ignoró por completo las disculpas del irlandés - sentimos haberte lanzado sobre el escenario sin avisar. Pero oh, Juliana, deberías haberte visto, estabas en tu salsa. Cantar es lo tuyo - la muchacha clavó sus ojos en los de Niall y le lanzó la mirada más fría que pudo lograr.
Dan la acompañó hasta su habitación y le dio un pequeño abrazo antes de dejarla entrar. Justo entonces, Niall volvió a aparecer.
-Lo siento, bebé - Juliana, muy por el contrario, no sintió para nada haberle cerrado la puerta en la cara.
El viaje a Barcelona supuso un desafío más grande, puesto que debían compartir el mismo espacio por hora y media, y para su desgracia, no había muchos lugares a donde escapar. El silencio fue increíblemente tenso durante los primeros quince minutos, hasta que Louis, por supuesto, explotó:
-Lo sentimos, ¿de acuerdo? Ya basta con esta ley del silencio. ¡Es estúpida! - el tono de su voz se notaba molesto y Juliana lo miró con navajas en los ojos - eres tremendamente inmadura.
Aquello había sido el colmo, pensó Juliana. Su nivel de enojo subió varios peldaños a grados poco soportables.
-¿Inmadura yo? - chilló. Sophia cerró los ojos con fuerza, segura de que no quería escuchar la discusión que se avecinaba.
-Sí, tú - recalcó el castaño. Quiso darle la cabeza contra la mesa de madera que los separaba - todos vimos cómo disfrutaste esos tres minutos. No puedes negarlo - la insinuación en su expresión no la pasó por alto. Estaba claro que Louis quería decir que había disfrutado de su fama porque ellos se lo habían permitido. Nunca había sido una persona violenta, pero consideró seriamente golpearlo.
-¿Tú eres idiota o qué te pasa? - le espetó con bronca - me lanzaron en medio de un escenario con miles de personas. ¡Miles, Louis! Nunca había cantado ante más de quince personas en mi vida y ahora, de la nada, soy la sensación de la semana. ¿Entiendes lo que es eso para mí?
-Exactamente lo que nos pasó a nosotros - contestó él con soberbia - así que sé lo que sentiste.
-Pero tú sí querías ser un estúpido cantante pop, ¡yo no! - en el momento en que las palabras salieron de su boca, supo que no habían sido las adecuadas, pero no se retractaría.
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Preguntando se llega a One direction
FanficUna fan cualquiera, en el tumulto de un hotel cualquiera, interrumpe una acalorada discusión que, por fortuna, la catapulta directamente a una divertida entrevista con One direction. Al levantarse aquella mañana no esperaba semejantes acontecimiento...