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—Joven, aquel chico rubio le dejó esto por la mañana. —avisó aquella joven que trabaja para la familia Seo. —Me dijo que se lo entregara personalmente.

—Está bien, gracias. —habló recibiendo al parecer una gran caja con su nombre en el medio, talló sus ojos tratando de despertar por completo, debido a que su madre lo había despertado bastante temprano.

Al abrir la caja solo pudo notar un contenedor transparente, viendo como dentro de este habían varias bolsas herméticas con diferentes tipos de comida, sorprendido por la cantidad que se encontraba, lo dejó a un lado al ver una pequeña carta blanca al fondo.

"Traté de hacerlo con la menor cantidad de azúcar posible pero que aún así supieran bien"

"Cómo me preguntaste la vez pasada acerca de los postres pensé en enviarte algunos, aún que tal vez exagere un poco"

"Si ya no quieres puedes regalarle a las personas que trabajan allí, siempre me tratan muy bien"

"Te amo"

Automáticamente Changbin se sintió arrepentido de no apreciar antes los gestos de cariño de Felix, al punto que este le había enviado una contenedor con bastantes postres solo porque le había preguntado la vez pasada si alguna vez podría probar una galleta de las que su novio hacía, notando así la emoción de Lix porque él se interesara en sus gustos.

—¿Te amo? —preguntó su madre al estar atrás de Bin, quien dio un saltito por no darse cuenta que su madre estaba tras él. —¿Acaso ya tienes novia?

—¿Importa? —habló sacando una de las galletas del contenedor para comerla junto a su desayuno, viendo cómo su madre sacaba una de igual forma.

—¿Cómo que si importa? Claro que importa, Changbin. Te he dicho muchas veces como a tu hermana, que antes de salir con alguien nos consulten primero. —recordó mientras Seo le restaba importancia y buscaba algo de juego para poder desayunar. —Tienes que traerla para ver si puedes salir con ella o no. Además, debemos saber la economía de su familia, si es que sus padres son dueños de alguna empresa o-

—Déjame desayunar tranquilo, acabo de despertar, no me abrumes con tus cosas.

—Deja de ser tan desconsiderado, Changbin, tenemos que ver si le conviene a la familia que salgas o no con esa chica, no podemos dañar la reputación que tenemos. —regañó comiendo de aquella galleta, mientras Seo pensaba en los erróneos pensamientos de su madre. —Pero al menos sabe cocinar por lo visto.

—Mi relación no te incumbe, y si alguna vez les presentaré a mi pareja depende de mí y no de ustedes. —respondió viendo los típicos gestos de indignación y decepción de su madre, los cuales ya estaba acostumbrado a ver.

—Dios. ¿Por qué no eres como tú hermana? ¿Qué hice yo como para merecer un hijo así? —cuestionó en voz alta viendo al más bajo caminar nuevamente hacia su habitación con un vaso de jugo y aquella galleta con chispas de chocolate.

A unos metros más alla se encontraba Hyeji, la joven que había trabajado con la familia Seo desde hace ya aproximadamente cuatro años para pagar sus estudios y los de su hermana pequeña la cual estaba empezando el universidad. Muchacha la cual la familia Seo consideraba como alguien de confianza, aún que ella no compartiera la forma de crianza ni la forma de pensar de ambos señores.

—¿Hyeji, tú viste quien lo dejó? —la joven dejó de limpiar el suelo una vez que escuchó la voz de la mujer. —Necesito saber quién es, mi hijo no puede andar con cualquier chica. Sabes lo importante que es mantener limpio el nombre de nuestra familia así que dime la verdad.

No me gusta, hyung || HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora