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—¡Feliz cumpleaños! —se escuchó la voz de Felix quién era el cuarto en llegar a casa de Seungmin. —Toma, es tu regalo.

—Gracias. —agradeció con una pequeña sonrisa a la par que el australiano se dedicaba a abrazarlo. —¿No que no me ibas a dar ninguno?

—Eso te dije porque vi mis ahorros y no tenía mucho pero alcanzó para algo. —sonrió entregando una pequeña caja, Felix era el típico amigo que no solía comprar regalos debido a que no tenía tanto dinero por vivir solo, por lo que siempre sus regalos consistían en una caja o una lata decorada y llena de los dulces favoritos del cumpleañero, quien en este caso era Seungmin. —Espero que te guste.

—Sabes que sí, pasa. —habló abriendo la puerta aún más, dejando ver a Chan, Woojin y Jeongin sentados en el sillón, exceptuando a Jeongin quien por una rara costumbre le gustaba estar en la alfombra.

—Me sorprende que Hyunjin aún no esté aquí. —admitió.

—Hyunjin está aquí desde hace tres horas. —habló Seungmin mientras tomaba uno de los dulces de la cajita de Lix. —Solo que está arriba.

—¿Y por qué no baja con nosotros?

—Porque mamá quería alistarlo y vestirlo bonito, no sé que quiere pero como mamá lo quiere y ellos se llevan bien, pues es cosa de ellos. —sonrió sentándose al lado del menor debido a que era el único que estaba en el suelo.

—Ojala tu mamá fuera mi suegra.

Escucharon todos de parte de Felix por lo que voltearon rápidamente a verlo, hasta incluso el menor quien intentaba distraerse para no mirar a Chan.

—¡Qué malpensados! ¡No en el mal sentido! —gritó el australiano recibiendo un "Ahh" de parte de todos y una risilla de Chan. —Solo que me agrada mucho.

—Ya decía yo, si tú engañaras a Changbin lo más probable es que sea con Jisung. —comentó Bang.

—¡Por qué rayos no superan que ese beso fue hace mil añ-

—¿Que Félix qué? —todos escucharon la voz de Minho y seguidamente lo vieron entran junto a Jisung, quien cargaba el regalo para Seungmin.

—Espero que lo uses. —sonrió Jisung entregándole una bolsa de una clara marca de ropa. —Es de mi parte y de Minho aunque lo compro él. Además sirve para que no le robes más los abrigos a Hyunjin. Sabes que no le gusta comprar ropa. —dijo dándole una leve palmada en el hombro para luego ir con los demás mientras Minho se acercaba para saludar a Kim, aunque claramente este estaba un poco perdido después de ver a Jisung y escuchar la conversación de Jeonghwa y Minho hace unos días.

—¿Jeongin, estás bien? —preguntó Minho al notar como el único que permanecía en silencio y solo estaba mirando al frente sin siquiera estar en su celular.

—¿Ah? Ah sí, solo estoy algo cansado. —comentó mientras por breves segundos notó la mirada de Seungmin sobre él. —No te preocupes, hyung. —sonrió sin aquellos brackets que la semana pasada le habían quitado al cumplir su plazo.

—¿Jeongin me ayudarías a traer comida de la cocina antes de que todos se la roben? Mamá salió a comprar más. —disimuló el cumpleañero dándole una leve señal con la cabeza para que ambos hablaran.

En cuanto el menor se levantó y cruzó la puerta de la cocina al igual que el castaño, recibió un leve golpe en la frente.

—Dios, te quejas de Hyunjin pero eres cien veces más evidente. —se quejó. —Parece como si Chan fuera un asesino o algo así, ¿Por qué lo miras de esa manera?

—¡Porque me da pánico que me hable y yo diga cualquier cosa!

—¡Cómo si no lo hubieras hecho antes!

No me gusta, hyung || HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora