No me gusta, hyung || Hyunmin

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Bang, quien estaba tocando la puerta de la vivienda de la familia Yang desde hacer unos cinco minutos, decidió llamar al menor debido a que ni el timbre ni los toques en la puerta parecían ser escuchados. Sin embargo, se dio cuenta que el menor tampoco respondía el celular debido a que se encontraba ocupado con otra llamada.

Quien se trataba ni más ni nada menos que de Kim Seungmin.

—¡Cálmate que me estás poniendo nervioso a mi también! —exclamó Seungmin por los chillidos de desesperación del menor.

—¡Si tu estás nervioso puedes imaginar cómo estoy yo! ¡Está tocando la puerta!

—¿¡Y que haces hablando conmigo!? ¡Abrele de una vez! —volvio a exclamar.

—¡No! ¡Es que ya me arrepentí! ¡Nisiquiera voy a poder hablar bien!

—¡Pues eso es tu culpa por ofrecer tu casa para hablar! Y yo como soy un amigo ejemplar, haré lo que tengo que hacer.

—¿A qué te refier-

Yang no pudo completar su oración debido ya que escuchó el sonido de su celular indicando que Seungmin había terminado la llamada.

En cuanto su acción fue realizada, Kim decidió guardarlo en su bolsillo para luego volver a entrar a la sala donde batalló un poco para poder pasar entre la gente que salía, pero cuando logró hacerlo la escena que pudo ver allí sin lugar no era de la película.

Se trataba de un Hyunjin concentrado en su celular mientras comía las palomitas que aún quedaban en aquel envase que Seungmin no había comido.

—¿Acabó?

—¿Te parece? —respondió levantándose, haciendo que Seungmin sintiera la presión de no saber nisiquiera que hacer o decir en ese momento.

Teniendo en cuenta que Seungmin sabía bien que Hwang quería ver esa película con el desde que se estrenó en el cine y tuvo que esperar una semana a que Seungmin tuviera tiempo libre para ir.

—Lo lamento, de verdad. —se disculpó el menor de la única manera que podía, notando como Hyunjin asentía con la cabeza. —Lo recompensaré, lo juro.

Kim tenía en cuenta que Hyunjin no era una persona de enojarse tan fácilmente y menos con él, pero sin lugar a dudas también era consciente que cualquier persona se hubiera enojado en su lugar.

Sin embargo, Hyunjin no era capaz de hacerlo debido a que sabía bien que Seungmin se sentiría de lo peor si es que lo notará enojado, y simplemente Hwang prefería restarle importancia a lo sucedido para que Seungmin se sintiera feliz, y de esa forma el también.

—Ya pasó, Minnie. La podré ver otro día. —desordenó un poco el cabello del menor para luego caminar hacia la salida junto a él.

—¿Tienes algo que hacer ahora? —preguntó.

—Pues realmente creo que no. —sonrió colocando su brazo izquierdo por alrededor de los hombros de su novio. —¿Por?

—¿Te gustaría cenar en casa conmigo y con mamá? —preguntó con rapidez haciendo que el mayor girara a verlo por la repentina pregunta.

—¿No me dijiste que te daba verguenza que fuera a tu casa con tu mamá después de lo de la mordi-

—Sí. —afirmó sacándole una sonrisa a Hwang por la expresión de su rostro. —Pero si puedo recompensar lo que hice lo haré. Mama y tu se llevan bastante bien y además no quiero que comas pizza precalentada.

—Cuestan barato y saben muy bien. —se defendió. —Pero si puedo pasar más tiempo contigo y comer mejor entonces lo haré. —sonrió dibujándole una pequeña sonrisa al menor.