No me gusta, hyung || Hyunmin

{Prólogo}

—Seungmin, ¿podemos hablar?

El nombrado asintió, levantándose junto a Hwang de su cómodo sofá.

Estar nervioso era poco para lo que sentía Hyunjin.

Creía que en cualquier momento se arrepentiría o haría el ridículo en frente de Seungmin pero las palmaditas en el hombro de Seo y el "Fighthing" de Chan lo ayudó a olvidarse de toda su timidez.

Ambos chicos pudieron retirarse de la sala sin problemas; todos, exepto Changbin y Chan, estaban riendo, conversando o jugando para darles mucha importancia.

Cuando llegaron a la habitación del pelinegro, Kim no tardó en sentarse en aquella cama haciendo que Hyunjin hiciera lo mismo.

—Hyung, antes que nada, también quería hablar con usted. —el dueño de la casa sintió su corazón acelerarse. —Es sobre algo... complicado, y lo llevo sintiendo hace varios meses.

—Hagamos esto, tú me cuentas primero y luego yo ¿bien? —el de cabello rojizo asintió.

Sinceramente, Hyunjin solo quería tener más tiempo para prepararse, nunca antes se había declarado a alguien y menos hacia un chico.

Puede que le haya estado repitiendo al espejo lo que le diría a Seung todo el día anterior después que el chico le haya contestado por mensaje que sí podía hablar con él a solas, pero para Hwang Hyunjin no era suficiente.

—Pues... me da pena decirlo —rió levemente.

—Puedes decirme lo que sea Seungmin, puedes confiar en mí —sonrió levemente. —Estoy aquí para lo que necesites.

El pelirrojo le respondió igual con una pequeña sonrisita.

—Pues, esto no se lo he dicho a nadie y confió en ti. Hace ya varios meses he estado sintiendo algo... diferente.

Hyunjin podía sentir como los latidos de su corazón eran demasiado fuertes, por un momento creyó que si seguía así hasta Seungmin podría escucharlos.

Estaba realmente emocionado.
¿Acaso él sentía lo mismo?

—Vamos, puedes decírmelo. No tengas miedo, Minnie.

El menor suspiró.

—Me gusta Jeongin.

Si fuera posible juraba que podía escuchar a su corazón haciendo "crack".

No sabía que decir, que hacer, podía  derrumbarse ahí mismo y ponerse a llorar en frente de Seungmin.

El chico que estuvo enamorado por casi un año, gustaba de su mejor amigo.

—¿Hyunjin? —movió las manos en frente de este. —¿Estás bien?

—Oh sí, solo... me tomó por sorpresa.

—¿Está molesto conmigo? —preguntó al notar la incomodidad de Hwang.

—¿Qué? ¿Por qué debería? Solo eres mi amigo, Min. —respondió en un tono más bajo de lo habitual, decir aquellas últimas palabras le dolía demasiado.

Seungmin soltó una pequeña risita.

—Ya lo sé, lo decía porque Jeongin y tu son mejores amigos y son muy unidos, creí que estarías celoso o algo así.

—Oh, no, claro que no. —el pelirrojo sonrió. —Me... gustaría mucho que ustedes dos sean pareja.

—¡Muchas gracias, hyung!

Y la gota que rebalsó el vaso fue cuando Seungmin rodeó el cuello de Hyunjin en un abrazo.

Hyunjin se aferró a ese abrazo como si su vida dependiera de ello, esta era a única y última oportunidad donde podría tener al chico de sus sueños en sus brazos y sin darse cuenta, ya había derramado unas cuantas lágrimas en el hombro ajeno.