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La depresión, es una de las enfermedades psicológicas más difíciles de sobrellevar, afrontar y sobretodo, superar.

Ya sea los miles de motivos que pudieran originarla, todos tienen un principio:

La falta de autoestima.

Entonces, ¿Cómo "curar" la depresión?
Fácil, subiéndole la autoestima a la persona que la poseía.

O al menos eso es lo que creía Lee Felix.

Todo comenzó hace unos años, cuando Chris y Woojin empezaron su relación amorosa. Felix se llevaba bien con todos, más se sentía mucho más cómodo con Bang ya que aún le costaba manejar bien el coreano.

Pero cuando su amigo empezó a salir con el mayor de los Kim, comprendió que no siempre Chris iba a estar para él, necesitaba su propia vida privada, así que este era su momento para poder unirse más con el resto de sus amigos.

Y lo mismo pasó con Seo Changbin. Younghoon y él eran los más unidos en todo su grupo pero ahora Kim tenía pareja y Changbin no pensaba entrometerse.

Luego de varios meses, Lee había fortalecido su amistad con casi todos sus amigos. Salidas con Jisung y Seungmin, prácticas de baile con Minho y Hyunjin, y hasta jugar videojuegos con Jeongin por las tardes. Estaba más que feliz en ese instante pero solo le faltaba una persona.

Seo Changbin.

Se llevaban bien, pero no tanto como quisiera. Lo había invitado muchas veces a salir, a estudiar o a jugar pero al parecer siempre estaba ocupado. Al australiano siempre le pareció una persona bastante reservada con sus asuntos y eso le causaba mucha curiosidad.

Un día, Lee decidió buscar a Bin después de clases, al menos podría pasar tiempo con él caminando o yendo hacia sus respectivas casas. Era una buena idea para platicar un rato y fortalecer su amistad, así que cuando escuchó el timbre que indicaba el fin de las clases, no dudó en salir corriendo en busca de el mayor.

Al llegar a la clase de Seo, ya no estaba. Le preguntó a una, dos y tres compañeras por su paradero pero ellas no tenían idea de donde podría estar. Le informaron que siempre era uno de los primeros en salir así que Felix supuso que tenía cosas por hacer. Quizás podría alcanzarlo mañana.

Tomó sus cosas para irse a su hogar, pero notó que había dejado su mochila abierta y ¡Perfecto! su celular no estaba. Probablemente se le habia resbalado cuando bajó hasta la primera planta casi corriendo así que subió hasta la segunda en busca de su móvil.

Esto era Corea, no podían haberle robado ¿cierto?

Where...is...my...cellphone... —repetía mientras escuchaba su propio eco. No podía ser tan difícil, los pasillos estaban vacíos.

Al encontrarlo tirado en medio del pasillo sintió como el alivio lo llenaba por completo, pero duró poco en cuanto escuchó unos sollozos.

No había nadie a esa hora ¿Quién estaba llorando?

Poco a poco siguió el sonido que cada vez se hacia mas fuerte. No supo cuando, pero ya se encontraba al frente de la puerta del baño en la cuarta planta.

Y ahí fue cuando Lee Felix estuvo en el lugar equivocado y en el momento equivocado

Abrió la puerta con delicadeza y comenzó a ver miles de papeles y lapiceros regados por todo el piso, un poco más allá logró ver una mochila negra de donde provenían los papeles y a lo lejos observó algo que nunca creyó ver.

Changbin estaba ahí, sentado en una esquina, con la cabeza entre sus piernas. Apretaba un lapicero en su mano izquierda con muchas fuerzas y a su alrededor no había más que libros, cuadernos y páginas arrancadas.

No me gusta, hyung || HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora